Amauta 21 MOTIVOS ESTETICOS, por José Eguren. belleza es indefinible. Podría ser la santidad objetiva de so los ojos, el éxtasis del movimiento. Una pluralidad armónica como el gusto, daría tantas bellezas como gustos diferentes. Los nórdicos adoran sus vírgenes de nieve y los Jafricanos sus ángeles negros. Como atrayente de amor, con sus líneas gráciles y sus colores activos, la belleza sería principio de vida, la verdad de la vida y lo que se apartara de ella, negación y muerte. La belleza podría demostrarse por sí misma, por el sentimiento en comprensión universal y tácita. El arte es el instrumento para exteriorizarla. El genio la crea en el arte, y la primera causa, Dios, en la Naturaleza. Descorrido apenas el velo misterioso del tiempo, la belleza se nos revela en la música que viene del infinito; porque siempre es lejana y de luz antigua. La sentimos cuando ha pasado; es el arte que más sugiere, indeterminado y trémulo. Siempre mañanera, en actitud de nacer, la música es el lloro y la risa, expresión directa de la sensibilidad; más que creación parece expansión; es como el sueño: consonancia velada de la vida. La belleza es de recuerdo. Tiene en su gama la ternura y el espanto, las pasiones de la Naturaleza: las tempestades y las obscuras calmas. La música moderna tiende a lo universal; es un timbre de timbres, una orquesta de orquestas. Falla sube sus eampanas a una altura de alturas; Debussy colorea los colores. Varias eanciones forman al unísono una canción suprema. Sincronismo de semejanzas y sugerencias. Oí una noche en una velada amiga una discusión de amor. Varias voces decían a un tiempo diferentes motivos, las frases de la emoción iban al vuelo como los finales de una sinfonía adorable. Era la música del pensamiento. De parecido modo vibran en la noche las melodías glorietales y el canto del ensueño. La noche responde la pregunta silenciosa; cada ser revela parte de su secreto melodial. La música es anunciadora; será siempre el preludio de un arcano hermoso. La belleza inmanente es inasequible, pertenece a un plano innatural. La belleza pura excede a nuestros sentidos, de presentarse a ellos los apagaría. Una finura intensa de color y de líneas sería venenosa; un amor absoluto quemaría el espíritu de la tierra. El principio de la belleza es de simpatía, mora a la vez en el objeto y el sujeto sensible; dos movimientos integrales y un solo amor. La mayor belleza sería un movimiento de infinitos espacios, un todo armónico de desarmonías. La explicación de la belleza viene del sentimiento y el buen gusto que carecen de normas. Una faz que en los siglos ha parecido hermosa, sufrirá diferentes apreciaciones pero solo por excepción se le acusará de fealdad. El buen gusto no se puede precisar; peTo sentimos que gravita una fuerza selectiva, que tiene probablemente sus leyes y que se impone en el tiempo. Como sabemos la belleza se expresa por el arte que es su figuración o reflejo. El hombre no llega a crear, sólo compone e inventa. El arte es solamente una metáfora, y al artista se le llama creador por semejanza. El conjunto creciente de todas las artes, en una gran metáfora sería el espejo mágico del espíritu. La música es un presentimiento, la poesía una determinación; las manifestaciones de esta parecen explicativas pero de haber compara