18 Amauta MAITI ENDOMINGADA. dibujo de Camilo Blas. Viejo Tata Huaskán, mi coca está amarga. Ay! quién sabe, qué desgracia me aguarda. En la hoguera una llama azul roja. Se iluminan los rostros bronces. Sombras. Sombras. Aullan los perros. No tarda en salir la luna.
Una cholita melocotón, se apartó del campamento. En la cueva pequeña, donde los celos asesinaron a una linda engañadora, deberían los viajeros, prender una vela, escupir la coca o arrojar una moneda. Alma en pena, dame un buen viaje.
Llanganuko de los encantamientos. Una cuchillada profunda en un flanco del Padre Huaskarán. Las peñasquerías con su geometría caprichosa, desdibujaban animales y cosas extravagantes. Para los ojos de unos, eran buhos, para otros ojos, campanas: la media noche, misteriosas, daban doce campanadas. Supay Supay! El Diablo era grotesco y peludo como un oso negro. Juraba una desmuelada y verde boca, haberle visto tres veces. Espeso bosque de retorcidos kishuaris: