10 Amauta de 6, 336, 175 litros y en 1928 6, 519, 021 litros. El algodón, que en 1915 16 es de 24, 603 toneladas, sube a 49, 741 en 1928 29. El trigo, que da en 1918 56, 115, 583 kilos, alcanza en 1928 a 83, 696, 622 kilos.
Los ingresos fiscales en 1899 fueron de Lp. 1, 351, 399, ascendiendo en 1928 a Lp. 23, 391, 529 fuera de los empréstitos contratados en estos últimos años.
Tenemos aquí una línea termométrica precisa. Vemos como la columnita de mercurio va subiendo a partir de 1890, marcando los grados del desenvolvimiento económico del país. Quiere decir, pues, que nuestro desarrollo comercial e industrial tiene escasamente cuarenta años.
Las primeras manifestaciones del desarrollo industrial nos la da la aparición de la primera fábrica textil. La minera existía desde la conquista, y de acuerdo al desenvolvimiento que hemos visto, se introduce en ella la técnica y el maquinismo moderno.
La industria textil, de larga tradición nacional, evoluciona de la manufactura individual y doméstica, al obraje de la colonia, que no es sino una modesta y empírica agrupación de los telares indígenas. En estos se tejían bayetas, jergas, sargas, y otras telas de lana, pero después se dedicaron también a las de algodón principalmente en Cajamarca leemos en una de las páginas quincenales que publica la Sociedad Nacional de Industria en El Comercio. El señor don José Ignacio de Leyenda, seguimos transcribiendo, contador de la Real Aduana de Lima, en su interesante descripción de las provincias del norte del Perú publicada en Mercurio Peruano. dice así: El algodón se produce en aquel territorio (Lambayeque) como la maleza en los campos; venden mucho en rama para Loja, Cuenca y otros lugares en las partes de Quito. Después de separarse las pepitas (en cuyo estado vale doce reales la arroba) que es operación tarda y trabajosa, hilan también el algodón para hacer sus mantas, camisas, anacos, especie de túnicas que usan las indias en sus trajes; lonas para velamen, que vale un real o poco más la vara; para costales y otros usos. Al hablar de la provincia de Cajamarca refiere que la cosecha de algodón er rama llegaba a 15, 000 arrobas que se vendían sin despepitar a cuatro reales y limpio a doce reales por la molesta de su separación a mano. Los primeros telares modernos para algodón se introdujeron al Perú en 1847 y se instalaron en la Quinta de la Perricholi, a la entrada de los Descalzos, hoy cervecería, habiendo sido presentada al gobierno la primera muestra de tocuyo el 30 de octubre de 1848. Cuatro años después se cerró la fábrica, después de producir 1, 246, 814 yardas de género, habiendo empleado en promedio 160 obreros que ganaban desdes 30 hasta 120 centavos, moneda de 48 peniques. Años después, don Carlos López Aldaña reabría la fábrica, y con posterioridad la trasladó a Vitarte vendiéndola en 1890 a una compañía inglesa.
He aquí, pues, la primera fábrica de tejidos: Vitarte. En 1894 se funda la de San Jacinto. En 1899 La Victoria y Santa Catalina. Siguen La Unión, El Pacífico, etc. En el Cuzco, en 1861 la de Lucre, Maranganí, en 1895, que ha sido reorganizada últimamente. Es decir, que desde la fundación de la primera fábrica de tejidos, contamos hoy diez.
En la actualidad se ha constituído una nueva empresa, la Sociedad Industrial Los Andes. que edifica su planta en Huancayo para la manufactura de tejidos de lana peinados.
Esto, en cuanto a la industria textil. Viene después la de la Harina. Siguen las fábricas de fideos, caramelos, confites, aceite, aguas ga