98 Amauta Sonata en la. César Frank. ba, aceptando las más modestas fatigas Polydor. Sello azul. cotidianas. Valdizán tuvo que emplear su energía en esa opaca labor de orgaTiempo era de que llegara a Lima nizador y experimentador que es, en la edición grabada por Polydor de la un país incipiente, aun no desbastado. Sonata en la. para violín y piano, el destino y la servidumbre del homde César Franck. Porque esta obra bre de ciencia. Su competencia estapor su belleza, por su majestad. tan ba al servicio de la enseñanza médica, desprovista de elocuencia, por su de la asistencia psiquiátrica, de la mesentido de religiosidad y a la vez, de dicina legal, de la historiografía cienhumanidad es de aquellas páginas que tífica nacional. Su tiempo y su capadeben escucharse y saborearse a me cidad se aplicaban indispensablemente nudo. Al contacto de esas frases a trabajos prácticos, urgentes, múltiunciosas como plegarias y humildes ples. No era, ni como profesional, cacomo lamentos, de esas modulaciones tedrático ni publicista, el tipo del unicuya suavidad llega a lo angélico y versitario. Procedía del periodismo de esa melodía tan noble, tan grandio que acaso fué para él un ejercicio de sa y tan sencilla el espíritu se siente comprensión de los hombres y las comenos atado a la materia; más cerca sas. esta experiencia de sus años de Dios. La edición de Polydor a de estudiante, debió probablemente, pesar de algunas pequeñas fallas en con su risueño y tolerante relativismo, la grabación es muy interesante y los su compasión por el dolor de los, homintérpretes. Stin ichi, Suanki, violinis bres, su sentido ágil y pragmático de ta y Manfred Gurlitt, pianista se la faena científica. Su obra de publidesempeñan con toda corrección. Eso cista se clasifica, ante todo, como una sí hay un error gravísimo, que es pre obra útil. Valdizán no supo ni quiso ciso señalar; en la etiqueta o inscrip nunca brillar. Su inconcluso Diccioción dice: Sonata en sí mayor. en nario Médico Peruano. su Medicina lugar de Sonata en La.
Popular. etc. son la paciente y efiM. caż producción de un trabajador alacre, infatigable, modesto, que dedicó a NECROLOGI las tareas difíciles de la ciencia nacional sus mejores aptitudes, renunciando Dr. HERMILIO VALDIZAN a empresas más personales y egoístas.
Absorvido por este trabajo, no se inEl doctor Hermilio Valdizán ganó teresó por lo ideológico ni lo político.
legítimamente, sin impaciencias ni tru Contemplaba con escepticismo algo cos, el respeto de sus mayores, de sus melancólico, pero sin hostilidad, más coetáneos y de los jóvenes. Era un bien con indulgencia, los afanes iconohombre de ciencia, de profunda voca clastas o teorizantes de la nueva geción, que continuaba en nuestra Uni neración. Pero no hay que juzgarlo, versidad la tradición de Unanue y puesto que nunca arriesgó nada en el Casimiro Ulloa. Pero era, sobre to juego partidista y acertadamente se do, un maestro de generosa y sencilla salvó de ser diputado, por sus prejuihumanidad, que desempeñaba sus ta cios. Su obra de profesor, de psiquiáreas científicas con contagiosa simpa tra, de publicista. positiva y valiotía. Nada le era más extraño que el sa inscribe definitivamente su nomtipo frío y abstractista de investigador bre en la historia de la ciencia nacional de gabinete. Como conviene a la fun y en el reconocimiento de las generación docente en un medio de escaso en ciones que lo apreciaron. En la Unitrenamiento para la especulación, Val versidad, se contó siempre en primera dizán sabía hacer gratos y atractivos línea entre los pocos maestros que cum los caminos del estudio y del conoci plen con responsabilidad, amor y tamiento. En él la ciencia se humaniza lento los deberes de la docencia.