26 Amauta mal, se meció cuantas veces como una pluma que arrastra el huracán. Hacete duro muchacho. Esta novela del campo será por esto bien gustada por todas aquellas poblaciones andinas del Perú, donde la vida es dura. Donde cada uno tiene que hacerse duro bajo el sol, contra el viento y sobre la helada. Donde tiene que hacerse duro en la aldea, contra el alcohol y contra el odio. Todo aquel que en los centros poblados andinos del Perrú, haya tenido que hacer su vida entre las chacritas y las vacas, en medio de esa libertad salvaje y cara de los campos, recibirá la obra de Ricardo Guiraldes, Don Segundo Sombra con la más honda emoción.
Si el pueblo sin Dios nos hace meditar hondamente en esta vida sin Dios de que escribe César Falcón, cuánto bien nos hará en cambio en el Perú a toda la paisanada de chacareros, ganaderos. chalweros o pescadores del Titicaca y chalanes de todas las cordilleras, aquel libro que nos reconforte en esta vida campesina tan ignorada del Perú. Quién será el feliz mortal que lo escriba. Tenemos también un alma nacional y por nuestros pagos, pasa una sombra, como la de Don Segundo; sea el compadre don Pablo, sea el anciano indio Melcho, que encarna nuestros sufrimientos, nuestra acción enérgica en la conquista de la montaña, más tremenda que la conquista de la pampa.
En el pueblo sin Dios está aquella minoría que no hace más que hablar y se avoca la representación nacional. Pero no está representado ahí en el cura, en el gobernador ni en el curial nuestro pueblo. Ese es el lado flaco. El lado gordo, fuerte y nervudo está en el rudo hombre de nuestros campos, aquel que cruza las cordilleras como arriero, abre bocaminas a 5, 000 metros o destroza la maraña de las selvas para abrirse paso. Todo ese pueblo tiene Dios.
Don Segundo Sombra, significa la exaltación del valor campesino, del paisanaje. En vez de deprimir, exalta, consuela. el que esto escribe, ha visto revivir días de la meseta con la más honda emoción sintiendo la nostalgia de las granizadas tremendas, mientras la vacada mugía mansamente junto a la cabaña.