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Amauta 85 de miseria donde viven los pobres, su hijo obrero. Mi hijo está en en donde las mujeres con su cubo y huelga!
su estropajo quieren ablandar los ca Termina Larisa su visita a los camserones hostiles, en donde un zapate pos de la pobreza presentándonos un ro tullido arrastra su miseria sobre matrimonio, EL COMUNISTA Emuletas, en tanto que los niños pre LLA CATOLICA. En esta descriptuberculosos tienen echada al cuello ción, mejor que en ninguna otra, esla gara de la muerte. Es aquí donde tá pintada de cuerpo entero, la fuerlos pobres oyen una voz que dice: ſa za de esta mujer. Un hogar pobre en prende a sufrir sin lamentarte. No el que se amalgaman todos los vicios olvides que el orden gobierna el de la burguesía: concupiscencias, igmundo. norancia, religión, representados por Una miseria igual aunque distinta la mujer y la familia de ésta y que a la del zapatero y su mujer es la quieren ahogar y humillar al obrero de Frau Fritzke, la mujer que salvó y al apóstol, quien después de intendel hambre a sus hijos durante la gue tar abandonar tanta miseria sufre la rra, la que año tras año entregó su humillación de volver atraído por su cuerpo como carne de negocio. Sus pequeña hija para salvarla de tanta pechos que zarandearon como se za ignominia.
randea la cadena del retrete, estos Krupp y Esson pechos ahora lacios que parece que fuesen a desparramarse como dos Essen fué otro día campo de las hacharcos de carne pálida. Esta pobre zañas de Krupp, cuando la criminal mujer a la que el Estado roba a sus hijos ya crecidos y los separa de la jornada 1914 18. Fué bajo su cielo pobre madre por desvergonzada, siendonde se construyó todo el material do inútiles lágrimas y pruebas.
bélico con que Alemania, por su parte, contribuyó a ensangrentar el mun¡Y la cruz de hierro! Herr Boss, do. Essen no siente hoy ese vértigo de el hombe que ha servido durante toda producir la muerte: el amo y señor de su vida al Kaiser; el ese dominio, un Krupp, amordazado pués de la guerra, cuando ve salir y maniatado por el tratado de Versade su casucha uno por uno todos sus lles deja de producir cañones y se demuebles, todavía cree en un Dios y dica con su misma febrilidad de comeren una justicia que se apiadarán de ciante a crear dentaduras postizas y él; el que entregó todo su oro a la juguetes. Naturalmente que en la capatria, el que para leer el DIARIO sa Krupp hay crisis, pero también hay OBRERO tiene que pagarlo con lo métodos para combatirla: el ahorro nico que posee ahora que sólo la tumimpone a los señores la despedida de ba le espera: una cruz de hierro en la dos ayudas de cámara lo que dá fuerque se lee: Por servicios auxiliares za a su conciencia para dejar en la de guerra ;G. Guillelmus Rex calle, muriéndose de hambre a diez y encima una corona!
mil obreros.
Aliado de Krupp en el arte de semZAPATILLAS se llama otra de es brar la muerte es el millonario Hugo tas aguafuertes en las que Larisa nos Stiness que ultimamente nos visitara: pinta a una vieja obrera en zapatillas, en los escasos palmos que las fábricas oficio sobre el que ha vivido doblada de Krupp dejan para sus moradores, toda su vida y que ha legado a su hi Stiness ha hecho viviendas que son ja. La vieja es desconfiada de todos y verdaderas trampas para las vidas de de todo: de socialistas y de comunistas. los obreros.
Pero hay una revelación que se hace luz por entre las telarañas del cerebro Carbón hierro y hombres vivientes de la vieja cuando sonríe orgullosa y dice, mirando las anchas espaldas de EN LA TIERRA DEL PLATINO: Ias que des