Amauta 37 aldren ಸನ CALLE DE YUNGUYO, dibujo por Valdivia Dávila.
Que Ayacucho, Cuzco, Apurímac, Puno y Moquegua estaban a favor del General Cáceres; que, en Cajamarca, Chiclayo y Trujillo, las montoneras se hacían dueñas de las ciudades.
Que el Gobierno legal de Iglesias estaba minado, hasta en la misma capital de la República, pues estaba controlado por una adversa Asamblea Nacional. Además Don Nicolás de Piérola, como de costumbre, conspiraba contra todos los Gobiernos.
Que los ejércitos de Cáceres estaban compuestos de indios, y si Atusparia vencía la expedición de Iraola, se haría dueño de todas las serranías del Norte del Perú.
Que las tropas indias del general Cáceres se amotinarían contra sus jefes blancos y entonces Atusparia se proclamaría Dictador del Perú.
Que se tomaría el Cuzco capital del antiguo imperio de los incas, y se echarían las bases, de un nuevo estado comunista monárquico. Que se insurrecionarían todos las masas aborígenes de América, y se proclamaría la verdadera Independencia Americana. Necesitamos muchas armas apenas tenemos trecientos fusiles. dijo Atusparia.
Todos quedaron silenciosos. Mosquera tomó la centésima copa de aguardiente. Los indios comulgaban con la sagrada coca. ΕΙ periodista fumaba nerviosamente soñando en un nuevo imperio incaico. En el patio, en cuclillas, envueltos en sus ponchos de colores los cien guardias fieles de Atusparia. Por las ventanas, la plaza principal erizada de lanzas y rejones. Veinte mil indios esperaban órdenes. Los más próximos eran todo oído, para no perder sílaba de lo que se trataba en el consejo.