Amauta 79 nes de madurez revolucionaria, aprovechadas en toda su importancia por el heróico proletariado ruso, que disponía de un partido político, formado en rudos tiempos de preparación, capacitado con inmejorables equipos de hombres capaces de hacer no sólo la revolución sino de organizar luego la producción socialista.
Ante la amenaza de que este ejemplo cundiera en el resto de los países sometidos a la férula del capital, cuando las masas explotadas tomaban el poder en Austria, Hungría, se apoderaban de las fábricas en Italia, daban un audaz golpe de estado en Munich y luchaban desesperadamente en el resto de Alemania, los políticos de la burguesía y sus lacayos los socialistas reformistas, se avienen de mal grado a conceder algunas ventajas a las demandas proletarias, como medio de atajar la culminación de la agudización de la lucha de clases y de la marcha acelerada hacia la desaparición catastrófica del imperio burgués.
Representa esta conquista un paso atrás de parte de la burguesía y el correspondiente avance de las masas asalariadas, que no van más lejos por la carencia de cuadros resueltos y capacitados para la revolución.
Posterioremente, el período de establilización se desarrolla al caro precio de los sufrimientos y privaciones del proletariado, bajo el látigo de la dictadura demo burguesa. El movimiento de vacilación y debilidad capitalista en Versalles, es vengado fructíferamente, merced al aflojamiento de la organización y combatividad sindical de las masas. Intervienen en esta labor la Internacional Amarilla de Amsterdam, la llamada II Internacional Socialista, la Confederación Obrera Panamericana, la Liga de las Naciones, los social patriotas y laboristas a sueldo de la reacción, los Mac Donald, los Vandervelde, los Thomas, Kautsky y demás variedades de la fauna reformista domesticada por el capital.
Desde entonces acá, el proletariado lucha resueltamente por su cumplimiento. Son momentos difíciles y heróicos. La clase obrera, en el campo de la ilegalidad, afronta una serie de peligros, como la cárcel, el destierro, la pena de muerte. No se deja desvalijar por el bandidaje patronal, que apela luego al empleo de la máquina en la amplitud posible, a la implantación de nuevos procedimientos de trabajo, al aumento de los desocupados, a la creación de una reserva industrial de parados, como forma de combatir las demandas de carácter económico. La reducción de la duración del trabajo en la industria ha tenido por consecuencia la propensión a emplear mayor número de instalaciones mecánicas para reemplazar el trabajo a mano, allí donde es posible, por máquinas, y a sustituir por una maquinaria perfeccionada y ventajosa las antiguas e imperfectas máquinas. Desde este punto de vista puede afirmarse que la reducción de la jornada de trabajo ha tenido como resultado el desenvolvimiento de la industria. ob. cit.
Los progresos que alcanza el empleo del maquinismo, traen como consecuencia el aumento de las utilidades de un lado, y la agravación de la miseria de otro. La máquina desplaza sucesivamente a grupos de trabajadores, siendo sometidos los que quedan, a una especialización técnica rigurosa. Con las medidas para levantar la producción. el capitalismo apela no sólo al mejoramiento de la maquinaria y la reducción del personal obrero, sino que las modificaciones se llevan al repag. 37.