72 Amauta. Ushuacuy, shay, ushacuy, sahy. conclúyelo, oye, conclúyelo!
Golpes secos de madera.
No queda un santo sano. Fragmentos, destrozos. Vestidos, adornos. YESO, Manos, pies, brazos, miembros sagrados. yeso, yeso yeso.
De nuevo a la iglesia. Cómo iba a quedar el templo vacío. Reflexionaron. Mejor sería concluir con ese lugar maldito. Shapaco propone incendiarlo. Aceptación total.
Humo, llamaradas. Canción del humo. El humo es una ilusión perdida. Donde está el poema? Aquí. El poema de humo. Cambia el color de la semi noche. Dios se siente al final del humo. Las llamaradas inundan de luz la comarca. Calor.
Los demás indios, muchachos, mujeres, niños, perros, gatos, chanchos, cuyes, salen al aviso de alguien: INCENDIO, INCENDIO, INCENDIO. El pueblo de Chaulán es una fábrica. El preceptor nos habla, nos habla. El otro día señor, el miércoles fuí a la escuela. Nadie tocó la campana, no sentí, pero mis alumnos me recibieron azorados, riéndose, fumando sus cigarrillos de frío. Mestru, mestru, iglesia acabó, mestru. Todos santos roto plaza, mestru. Vamos a ver mestru, mestrito (Los alumnos se adornaron con los fragmentos de los vestidos de los santos)
Fuí.
Yo. Que tal. me quedé mirando, hacia afuera, a un indio. Ya viene. No es Simulluco aquel? pregunto. El mismo. Oye, cómo estás Simulluco. Para servirte, Taita. Pretende besarme las manos.
Conversamos. Tú vienes de Lima, Taita. Sí.
Mucho se alegra. Ironizan sus ojos de achiote. Se alegra. Le digo. Qué haces. Me dicen que eres muy alegre, cierto. Como será, Taita. Por qué no te compones. Estoy bien taita. etc.
Ahora voy hacia ti: SIMULLUCOI Traiga su alegría antigua, poncho al brązo, esta mañana mascón de fastidio, para saltar, para gozar, para correr, para reir.
Mascando sus pensamientos digo: Asi pues.
ADOLESCENCIA CHOLA Pienso en la longitud de un romanticismo sin tristeza, sin palabras y sin lágrimas. La antiguedad circula en mis venas y puedo reir en un curaca falso. Amarro la soga de mi cansancio en una ruina que se queda en un pueblo aquel: Chaulán. Rompo los volúmenes de mi mismo y hay una sonrisa difícil en mi cerebro. Que vamos a hacer, qué vamos a hacer! Giro en las márgenes de una nueva antiguedad.
Oh cholo, Oh cholo.