Amauta 69 miedo le ha impuesto el color de sus palabras, frías, suspensivas. Su mirada es respetable, su indumentaria intermedia, su faz es de temeroso, cuerpo para caminatas cortas; se nota que estuvo sentado, pobrerápida inmediatamente sentado. SENTADO TODA UNA MEDIA VIDA. Temblante, parada de soslayo y una mano caliente, saliente arbolito enteco. Uñas vírgenes. El sombrero en un paraguas. Luto: por la lluvia muerta. Podría Ud. contarme lo que pasó cuando vino el Capitán Rodríguez de Lima. Habrá visto al entrar a la población que no hay iglesia, que el cura don Crisóstomo Ladroni, ejemplar sacerdote, ya no vendrá, a decir más misas, ni piensa pisar más por este pueblo. La culpa lo tienen los PONCIANOS y especialmente ese indio SIMULLUCO. Que cholo tan malo y alegre. Es un gran pendejo. En este lugar, señor, como en otros del Dos de Mayo, los indios tienen muchas armas que las compran del Cerro o de Huánuco. Para ellos, que son bandoleros, el arma es lo más preciado, quitarles, es para promover su cólera, borrachera, y la muerte.
La muerte al que les quita.
La Prefectura de Huánuco, por las quejas del Gobernador don Liberato Carchis, que ya murió de un tiro una noche que salió de su casa a la plazuelita, procuró un decomiso de tales armas. Pero, ahora que me acuerdo aquí tiene el oficio último. El preceptor, calla, calla. Señor Prefecto del Departamento: Por el oficio de la fecha le comunico a su excelencia para que lo mandes a este pueblo un tropa en el acto, por cuanto no deja de haber garantía para las demás personas pacíficas de este distrito. Por eso es más conveniente que vengan a quitar las armas de Winchester y Manlincher que los Puncianos y los Tuctos tienen como cincuenta más o menos. Como autoridad le aviso que ya han morido todas los gallinas, chanchos y perros de la población, por cuento le tiran al blanco cuando salen al calle o en los techos; tanto preficio no pueden soportar los propietarios y suplico atiendan también, por las noches revientan pan, pun y no puede uno salir asi no más. Dios le guarde señor Perfecto. Liberato Canchis.
Gobernador. Otro si. No tengo todavía el sello con jebe. Gracias.
La Prefectura trasmitió al Minesterio de Gobierno: Pásese al principal, etc Copia al Diputado. Me es grato, etc.
Cuatro meses después.
Polvareda por el cerro de Chalhuan, cerca. Caballos. Banderolas.
Uniformes. Brillos opacos de fusiles. La tropa. La tropa. La tropa!
Trasmisión eléctrica de la noticia. SOLDADOS SHAY, SOLDADOS, SHAY. Un indiecito corre donde Tucto, Ponciano, Simulluco, donde sus primos, parientes, animales. Los rifles desaparecen)
Carreras, saltos, sustos. Desaparecen las balas, cartuchos y revólveres. Día siguiente. Lunes. Después del desayuno. El capitán Rodriguez, parado frente a la Iglesia, convoca a reunirse al pueblo, por medio de la campana. Reunión! Dan, dan, dannnn, Reuniónnnn. Dan. Dan Dannnn!
Soldados alineados esperan órdenes. Placita sin adornos ni agua.
Dos caminos se cruzan al centro: un lado de la pared esta inscripción: GOBERNACION DEL DISTRITO y un escudo REPUBLICA PERUANA.