Amauta 29 que nos dá la más humana realidad de la vida del hombre: La ternura y el odio. la rectitud y la caída. No sé por qué creo que el destino del hombre se ha hecho para que él caiga duramente en la noche del mundo, y que la dicha y el lecho de plumas son para la mujer.
Vaya con esta nota en Amauta, el pedido de libertad al Gobierno de Cuba por el Presidiario 8962. Carlos Montenegro, hombre de letras, y en recuerdo de Martí, padre de los hombres que todavía piensan libremente en la isla de Cuba.
1929.
RETRATO DE CHARLIE CHAPLIN, por Waldo Fraok.
OS ojos de Chaplin son de un azul tan oscuramente sombreado que es casi púrpura. Son unos ojos tristes. Desde ellos, la piedad y la amargura miran al mundo. Están velados.
Mientras el Chaplin hombre avanza con encanto irresistible, sus ojos se encierran en una soledad furiosamente inaccesible. Nadie que vea los ojos de Chaplin tendrá ganas de reír. Es la única parte del hombre que no aparece en sus películas.
Estos ojos han mirado a Hollywood durante quince años. Muchas necedades se han escrito acerca de este suburbio de Los Angeles, ciudad que, a su vez, es un suburbio del país. América lo infama como a un extraño indecente que se hubiera alojado de algún modo en su seno, o lo imagina románticamente como una escena de las Mil y Una Noches, pero, por supuesto, Hollywood no es ni peor ni mejor lugar que cualquiera ciudad provinciana de nuestra tierra. Los productores de Hollywood son típicamente hombres de dinero; sus directores son profesionistas típicos; sus actrices y actores son muchachas y muchachos típicos. Su ejército de mecánicos, artesanos e ingenieros, está formado por gentes de la clase común americana: embadurnadlos un poco y bajad sus salarios y los veríais encajar en el garage de vuestro pueblo. Los enjambres de aspirantes que bordonean en Hollywood al rededor de los estudios, son la típica semilla flotante de la selva americana; la semilla de desperdicio que no encuentra suelo en que arraigar, ya se pudra cerca de casa o se la lleve el viento. Hollywood sólo es extraordinario a un respecto: sus muchachas son realmente tan bellas como toda muchacha desearía ser.
Hollywood es el perfecto espejo del buen éxito americano. Las almas ordinarias tienen sueños extraordinarios, a la manera de las almas ordinarias. en Hollywood, los sueños se realizan. Hay aquí incontable dinero, encantamiento y una exacta producción mecánica del ideal para el cual el éxito es un espectáculo. Chaplin mira con los ojos, horrorizados este mundo que ha sido su hogar desde que tenía veinticuatro años. Existe otro mundo hacia el cual mira: el Londres gris y opresivo de su niñez. Tiene cariño por los sufridos cuerpos blancos, los dientes podridos, los ojos sentimentales de los barrios bajos londinenses, porque fueron suyos y están siempre dentro de su corazón. Pe