24 Amauta res de Inglaterra, se han encontrado restos de hombres asiáticos que seguramente invadieron y poblaron también ese territorio. Esos cruzamientos de razas y las influencias del medio físico, determinaron la formación de un tipo étnico, cuya estabilidad y fijeza le ha dado carácter y fisonomía de raza. si se comprende bien, como sucede en zootecnia, que las razas de animales llamados de pura sangre, no son sino resultado de selecciones y cruzamientos de razas que denominaremos inferiores; habrá también que explicarse lo que ha sucedido con la especie humana, con sus razas y variedades. Nadie supondrá que un pedigree bovino Hereford o Durham, por ejemplo sea un ejemplar de raza autóctona, antigua, de Inglaterra; y que represente un tipo racial irreductible, química o biológicamente considerado, como un metal o un metaloide. así tenga aceptación rigurosa el concepto pure sang, tratándose de las razas, sólo por el hecho de sus características antropológicas o zootécnicas, ese concepto no puede tener sino el sentido limitado que la estabilidad y fijeza del tipo biológico, le distingue.
En consecuencia, no cabe tratar de razas puras, ni mantener el prejuicio de éstas, aún dentro de criterios puramente etnológicos; menos aún considerar a éstos conceptos en la manera de plantear o resolver cuestiones económicas y sociales. Cómo no habremos de asombrarnos entonces, cuando nos hablan de indigenismo con la intención de plantear un problema étnico. Cómo no sentirnos perplejos, cuando nos hablan de indigenismo los caciques mestizos de la sierra y los periodistas zambos de la costa. Existe una raza indígena de pura sangre. Existió?
Todos sabemos que América fué tierra poblada y recorrida por grandes migraciones de pueblos asiáticos y americanos. Y, sin rechazar la teoría autoctonista, ni aceptar sin beneficio de inventario, la teoría de que el hombre americano desciende y proviene del Asia China, Japón, Indostán. tenemos que convencernos de que en América, desde el estrecho de Behring, hasta la Tierra del Fuego, han existido una variedad de razas indígenas, que los antropólogos las han agrupado dentro del tipo denominado mongoloide, cuyas características son demasiado conocidas. Han existido con estas razas, idiomas y dialectos variados. esas razas ni constituyeron tipos étnicos de pura sangre, ni permanecieron aislados, conservando su fijeza y singularidad. Las conquistas y colonizaciones posteriores al estadio de las culturas aborígenes, determinaron nuevos cruzamientos, nuevos tipos étnicos. Las razas blancas de Europa, se cruzaron en mayor o menor grado y volúmen con las indígenas, aún en Canadá y los Estados Unidos del Norte, donde predominan las razas blancas y son escasos los núcleos de indios pieles rojas. Por otra parte, las razas europeas, tampoco fueron a modo de un metal o un metaloide, razas puras. Los andaluces, gallegos, vascos y aragoneses, no constituyeron razas puras. En la sangre de los católicos españoles que conquistaron y colonizaron América, habían porcentajes de sangre de visigodos germánicos, sangre de semitas fenicios y cartagineses, sangre de moriscos negroides de Arabia y Turquía; razas y tipos humanos todos estos, que no representaban a su vez, tipos étnicos de pura sangre. Algo análogo puede decirse de los puritanos de la Mayflower que colonizaron la América del Norte.
Si hemos de denominar con un solo vocablo, todo aquello que se relaciona con los problemas sociales y económicos que afectan a la realidad peruana, a la realidad campesina de la sierra especialmente, considerando todos sus aspectos, es más propio que tal vocablo sea el