BourgeoisieImperialism

70 Amauta en ma de la igualdad de todos los animaborran el carácter feudal de la gran les y no alza hipócritamente los propiedad. Perfeccionan, simplemente, jos al cielo para adorar al Padre co el sistema de explotación de la tierra mún. Trattato de Sociología Gene y de las masas campesinas. Buena par.
rale. Vol. II. te de nuestros burgueses y gamonaLa explotación de los indígenas en les sostiene calurosamente la tésis la América Latina trata también de de la inferioridad del indio: el projustificarse con el pretexto de que blema indígena es, a su juicio, un prosirve a la redención cultural y moral blema étnico cuya solución depende de las razas oprimidas.
del cruzamiento de la raza indígena La colonización de la América La con razas superiores extranjeras. La tina por la raza blanca no ha tenido, subsistencia de una economía de baen tanto, como es fácil probarlo, sino ses feudales se presenta, empero, efectos retardatarios y deprimentes en inconciliable oposición con un movila vida de las razas indígenas. La e miento inmigratorio suficiente para volución natural de éstas ha sido in producir esa transformación por el terrumpida por la opresión envilecedo. cruzamiento. Los salarios que se para del blanco y del mestizo. Pueblos gan en las haciendas de la costa y de como el quechua y el azteca, que ha la sierra (cuando en estas últimas se bían llegado a un grado avanzado de adopta el salario) descartan la posiorganización social, retrogradaron, ba bilidad de emplear inmigrantes eurojo el régimen colonial, a la condición peos en la agricultura. Los inmigrande dispersas tribus agrícolas. Lo que tes campesinos no se avendrían jamás en las comunidades indígenas del Pe a trabajar en las condiciones de los rú subsiste de elementos de civiliza indios; sólo se les podría atraer hación es, sobre todo, lo que sobrevive ciéndolos pequeños propietarios. El inde la antigua organización autóctona. dio no ha podido ser nunca reemplazaEn el agro feudalizado, la civiliza do en las faenaş agrícolas de las hación blanca no ha creado focos de vi ciendas costeñas sino con el esclavo da urbana, no ha significado siempre negro o el cooli chino. Los planes de siquiera industrialización y maquinis colonización con inmigrantes europeos mo: en el latifundio serrano, con ex tienen, por ahora, como campo excepción de ciertas estancias ganaderas, clusivo, la región boscosa del Oriente, el dominio del blanco no representa, conocida con el nombre de Montaña.
ni aún tecnológicamente, ningún pro. La tésis de que el problema indígegreso respecto de la cultura aborí na es un problema étnico no merece gen.
siquiera ser discutida; pero conviene Llamamos problema indígena a la ex anotar hasta qué punto la solución plotación feudal de los nativos en la que propone está en desacuerdo con gran propiedad agraria. El indio, en los intereses y las posibilidades de la el 90 por ciento de los casos, no es un burguesía y del gamonalismo, en cuyo proletario sino un siervo. El capitalis. seno encuentra sus adherentes.
mo, como sistema económico y polí. Para el imperialismo yanqui o in tico, se manifiesta incapaz, en la glés, el valor económico de estas tiemérica Latina, de edificación de una rras sería mucho menor, si con sus rieconomía emancipada de las taras quezas naturales no poseyesen una pofeudales. El prejuicio de la inferiori blación indígena atrasada y miserable dad de la raza indígena, le consiente a la que, con el concurso de las buruna explotación máxima de los traba guesías nacionales, es posible explotar jos de esta raza; y no está dispuesto extremamente. La historia de la indusa renunciar a esta ventaja, de la que tria azucarera peruana, actualmente tantos provechos obtiene. En la en crisis, demuestra que sus utilidagricultura, el establecimiento del sa des han reposado, ante todo, en la balariado, la adopción de la máquina, nɔ ratura de la mano de obra, esto es en