Liberalism

Amauta 33 feudales y sujetarlas a una retro evolución, o si no esto, a un estancamiento.
Otras veces obedece a la fuerte ideología de algún hombre, que dominado por sublime ambición política, penetra vidente, los destinos futuros del continente, tal se manifiesta en la constitución bolivariana.
Algunas veces también nuestro presidencialismo o conservantismo o centralismo es una reacción contra sistemas anteriores de desorden nacional o de intervención extranjera, como sucedió con la constitución del 39, tan hermética y centralista, que llegó hasta suprimir las municipalidades y matar por asfixia la vida doméstica de los pueblos.
Pero, como es natural, se observa qué al margen de los principios constitucionales, escritos, y que atestiguan el predominio de determinada ideología, queda siempre el imponderable de los gobiernos.
Se podría objetar y seguramente decir que nuestro gabinete presidncial (no parlamentario) es un verdadero tipo de gobierno parlamentario, y más parlamentario todavía, parlamentario por hipertrofia, puesto que a pesar que el gabinete no es elegido por el parlamento, aquél cuenta con su unanimidad. En el hecho, podía creerse un excelente régimen parlamentario. Pero el parlamento da su simpatía y su adhesión obedeciendo a su propio ritmo y libertad. Tenemos pues un hermético presidencialismo desde la fundación de la república.
Por eso al tratar del régimen parlamentario o del presidencial que reflejan las constituciones escritas, hay que hablar de la influencia personal del presidente, la cual se acentúa donde faltan partidos organizados y con principios bien orientados y no solo de clase, o donde reina el analfabetismo. Esto es natural que suceda. Cuando este jefe del Ejecutivo, o la clase gobernante deje cierta autonomía tendremos liberalismo, cuando esta autonomía sea restringida, se tiene un gobierno presidencial hipertrofiado.
Hemos dicho que nuestro sistema no ha sido ni presidencial ni parlamentario. Este hibridismo es un peligro para la vida política del país. Es preferible decidirse o por el presidencialismo puro donde el parlamento funciona libremente como en Estados Unidos, o por el parlamentarismo, donde el gabinete es el sentir del parlamento, así como el parlamento representa en alguna pequeña medida, al palpito vivo de la opinión de afuera, de la opinión nacional. Esto bien lo sabemos no es sino una metáfora. Según la retórica capitalista el parlamento es la central que vela por los sagrados intereses del país. Pero según las nuevas y comprobadas verdades, por la experiencia, el tiempo y la historia, él no representa sino el cáncer de la nación.
El hibridismo presidencial en el Perú ha sido hecho a propósito para matar la vida del régimen parlamentario que debió establecerse.
Por eso es que el fenómeno se repite en todas las constituciones. Como Teacción contra el régimen presidencial, el doctor Mariano Cornejo, ha propugnado siempre por un régimen parlamentario puro, puesto que ya no eran los tiempos de Angostura en que se abogaba por el Ejecutivo fuerte porque todo conspiraba contra él, en tanto que en las monarquías, todo conspiraba a favor de ellas.
LINEAMIENTOS GENERALES DE LAS CONSTITUCIONES LIBERALES PERUANAS Se ha estudiado ya las direcciones y características del régimen parlamentario y presidencial, tal como son en los países donde tuvieron