100 Amauta constitución francesa de 1791, debe ser considerada como una creación ori ginal del espíritu español. Pero la erudición histórica de Marx no le habría bastado para esclarecer de manera meridiana el origen vernáculo de cada una de las llamadas innovciones de la constitución de Cádiz.
La excelencia del método del materialismo histórico, genial invención de aquel, le permite desentrañar las leyes generadoras y los elementos de formación de este acontecimiento histórico.
do en lo referente a los intereses de la Iglesia. La Revolución Española. es seguramente el análisis más penetrante que se haya hecho de un período de la historia hispánica y puede servir de ejemplo para el estudio de toda ella, así como de la de otros pueblos similares.
Es lástima que la traducción, no obstante el cariño que hay que suponer en el traductor, figura inquieta del comunismo español, no esté a la altura del estilo elegante, noble y extraordinariamente preciso del padre del socialismo científico.
La constitución de Cádiz, como se sabe, fué promulgada el año 1812, por una asamblea constituyente, elegida por sufragio universal y en la que estuvieron representadas las colonias de América. Cómo fué posible la dación de esta constitución liberal en dicha época y en un momento en que la expulsión de los franceses se llevaba a cabo en nombre de principios los más reaccionarios?
Marx hace luz meridiana en este problema. No obstante su calidad de invasor odiado, los franceses habían implantado reformas que muchas gen tes acogieron con abierta o secreta simpatía. De allí la necesidad de establecer una concurrencia victoriosa a dichas innovaciones. Pero también era urgente impedir el regreso de épocas recientes de negra opresión, entre las que se recordaba de manera especial la del siniestro Godoy, que pesaban sobre las distintas capas sociales. La presencia de los delegados americanos, procedentes de países donde bullía un fermento revolucionario y de otros asambleístas reclutados entre la gente aventurera que pululaba por entonces en Cádiz, contagiada de la filosofía del siglo XVIII, no fueron factores menos a provocar el acatamiento de la mayoría servil. puesta en su mayor número de clérigos, a las fogosas iniciativas de la minoría radical. Sin embargo, y el hecho es explicable, muchas concesiones hubo de hacer ésta a aquella, sobre to.
Julio Alvarez del Vayo RUSIA LOS DOCE AÑOS (Espasa.
Calpe, Madrid. Es verdaderamente lamentable que el público de habla española, preferentemente el de América Latina, donde tantas simpatías cuenta la nueva Rusia, se halle tan mal informado sobre el resurgimiento que en ésta se lleva a cabo bajo el impulso del régimen soviético.
Los documentos que al respecto se poseen lo constituyen algunas traducciones, no siempre seleccionadas y muchas veces procedentes de escritores de mala fe o de enemigos declarados de la revolu.
ción Rusa. Entre los intelectuales españoles es indudablemente Alvarez del Vayo, el que más inquietud comprensión ha revelado a este respecto. Su primer libro La Nueva Rusia es un relato hecho inteligentemen te del interesante escenario ruso. Un libro que no desmerece Wells, Luc Durtain, Duhamel, Miglioli y otros han escrito sobre el país de los soviets.
Como fruto de su último viaje a Rusia, Alvarez del Vayo, que conoce varias lenguas extranjeras y que está por tanto en condiciones de penetrar sin lazarillo en la compleja vida rusa, acaba de lanzar a la circulación su último libro, Rusia a los doce años.
Es decir, casi un balance de los doce años de régimen comunista. Sin mayores pretenciones que las de una crode los que com