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Amauta 99 Más preomás interesantes son indudablemente puesto a la llamada Junta Central, los que se refieren a la guerra de la que tuvo menos suerte aún en la Independencia, a raiz de la invasión conducción de la guerra.
napoleónica, y al período siguiente de cupada de ahogar los anhelos revolula promulgación de la constitución de cionarios de algunos sectores populaCádiz.
res, que salieron a flote durante la Sorprende verdaderamente com lucha, que de combatir al invasor, insprobar que España, que al decir de tauró una absurda política de repreMarx, era considerada por Napoleón y sión y de intolerancia religiosa. Dió sus contemporáneos como un cuerpo orden de cesar la venta de tierras insin vida, revelara en esta ocasión que cultivadas que había comenzado a rea estaba llena de vida y de vida sana lizarse, amordazó a la prensa y nomy que en todas partes resistía con bró nuevo Inquisidor General. Esfuerza. es que se tomaba como tas y otras medidas y la indisciplina expresión representativa de la socie en el ejército que no pudo contener, dad española, una superestructura ocasionaron su desprestigio y finalverdaderamente muerta y que se ajus. mente su disolución, cuando persetaba mal a aquella: el Estado espa guida por el ejército francés, buscó ñol.
refugio en distintas ciudades de la Pero, Marx comprueba, esta ac península, para terminar en la isla de eión tuvo un acento marcadamente León. Esto no obstante es de notar reaccionario, a pesar de en ella par que dentro de la Junta Central hubo ticiparon con ardor extraordinario las elementos progresistas que trataron capas plebeyas del país. Tan reac de impulsar la renovación de España, cionario, que llegó a poner como me a la par que la defensa contra el inta de sus aspiraciones el regreso del vasor, y a su influencia se debieron abyecto Fernando VII, a quien se lla algunas de las medidas liberales que mó, por entonces, el Deseado. Es al comienzo adoptó la Junta Central.
por eso también que a las innovacio Pero hay que hacer responsable a esnes progresistas de Napoleón opuso ta misma minoría del fracaso de las el restablecimiento de las leyes y las reformas democráticas. Su política costumbres antiguas y contra la abo de exaltar demagógicamente las palición de los privilegios especiales de siones populares, favoreciendo en mula Iglesia, llevada a cabo por aquel, chos casos el renacimiento y el forproclamó la defensa de la santa re. talecimiento de los antiguos prejuiligión.
cios, dió lugar a que los elementos Este carácter es tanto más sorconservadores se pusieran al amparo prendente cuanto que las fuerzas vi de los mismos cuando llegó el momentales de la revolución estuvieron cons to oportuno. Además, contrastando tituidas por la burguesía y el pueblo, con su actividad verbal, casi siempre pues la aristocracia y la antigua bu pecó de irresolución en la acción, oprocracia tomaron el partido de Napo tando por la transigencia.
león o se abstuvieron de tomar par El papel contrarevolucionario de te en la lucha.
la Junta Central es precisado de moLa guerra pudo llevarse a cabo do muy certero por Marx, a diferencon éxito no solo por la razón ya cia de los demás historiadores que han apuntada, sino también porque la vi tratado del mismo hecho.
da casi propia que hacía cada región En el estudio de la constitución facilitó la defensa local multiplicada, de Cádiz, Marx pone a prueba su dando nacimiento a las llamadas Jun asombrosa cultura, que le permite tas provinciales, cuerpos de resisten penetrar en las raíces mismas de aquecia que sostuvieron la lucha con éxi lla, llegando a la conclusión de que to, al principio, pero que dominadas dicha constitución. una de las más después por las rivalidades y las lu avanzadas que ha tenido España. chas intestinas, tuvieron que ceder su más que una imitación servil de la