Bourgeoisie

52 Amauta en cuanto mejor propaganda para la revolución hecha para matizar esa otra de un solo color del ambiente. Tránsfugas de esa realidad sombría y luciérnaga de la calle, caemos en el cine; luego, en esta realidad de dos luces una de ellas es uno vemos lo que está pasando en nosotros El cine como el examen freudiano es la constatación de nuestro movimiento interior. Ningún arte y sólo de algún modo la danza en el tiempo antiguo ha expresado como el cinema ese angustioso movimiento de la historia en nuestro siglo. En lo que tiene de movimiento la danza ritmo no se advierte sino un valor de élite. La danza fué la medida de la cultura griega, pero nó su sentido colectivo, social, generoso, que se constatan en el CINEMA. Cinema, línea y luz: sueño. Sorpresa de la cara del hombre; expresión, línea, pero no voz. no canto, ni dramaticidad de ópera. El cinema es el eco de la velocidad, del movimiento, o mejor, la plástica veloz. él trata de imitar al teatro con el sistema americano de los autoparlantes, no se apuntará esto en su biografía sino como un simple divagar de cineastas desorientados, o, simplemente, de negociantes inescrupulosos, farsantes, que quieren dárselas de renovadores del cinema.
El cinema es una realidad supcrada, porque cuenta para la creación con formas geométricas, tangibles, que viven en los cuerpos de la naturaleza en primera dimensión de línea y de color. 1) Solamente la elaboración sexual del subconciente es superior en polifacetismo a esas formas. esto, por su sentido etéreo, vago, perdido, inestable de sueño. Los más nuevos, los surréalistes, queremos un cinema del sueño. Para ello hace falta una vida del sueño. Una cultura del sueño. No pasarán muchos años para que este deseo se realice coincidiendo exactamente con la madurez. Clasicismo. del arte nuevo, y entonces sean las obras de Freud, los diccionarios de esta sensibilidad hoy incomprendida por los gordos suicidas del mundo. El cinema es la vibración de la geometría moderna, de las matemáticas de Einstein, en fusión subconciente con la sicología freudiana. 0, sea, línea, número, líbido, la nueva ecuación del mundo. Cinema, es expresión: plástica larga nariz, ojo, sexo y pierna. Silencio! Pero no grito, que es más bien, la expres ón de la poesía pura, sublimada, exasperada. para emplear el término con que coincido con Jean Epstein, en mi Radiogra.
fía de Charlie Chaplin. En cuanto a la música ritmo solo sirvió para dormir animales en la antigüedad, y también para hacer exclamar al pobre Verlaine, aquello de la musique avant chose. que tan desgraciadamente y otras veces trágicamente han repetido las abejas melodiosas de la poesía hispanoamericana. Ejemplos: Darío, con su música de oído, que hoy nos resulta de pianola. y Acuña, con su suicidio. Fué el de Acuña, en verdad, un suicidio musical, retórico. fué la búsqueda romántica y desesperada de la melodía en el trópico, de una melodía, que entonces, se buscaba en la mujer: la melodía amorosa. Pero lo que en verdad encontró, por todo encontrar, el pobre Acuña, fué la muerte, la que consideraré siempre de influencia verleniana. En el Perú hay muchos muertos que se resisten a ese ejemplo vital del suicidio que inauguró Acuña, y que para ser llevado en tésis a la exigencia de un libro, se podría llamar: EL PERFECTO MANUAL DE HIGIENE POEPICA. De la musique avant chose. concepto sufrido primero por los poetas y teorizantes, y ahora, por esa plaga de sociedades entre nous. de individuos de buen gusto burgués, pero rezagados en la cronología y necrología del desagradable precepto verleniano. del