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Amauta 27 ceso del pensamiento, que él transforma, bajo el nombre de idea, en un sujeto independiente, es el demiurgo (creador) de la realidad, no siendo esta última sino su manifestación exterior. Para mí, al contrario, la idea no es otra cosa que el mundo material traducido y transformado por el cerebro humano. Sin duda, Max Eastman pretenderá que su crítica no concierne a la exposición teórica del materialismo histórico, sino a un hegelianismo espiritual e intelectual, a cierta conformación mental de profesor de metafísica de que a su juicio Marx no supo nunca desprenderse, a pesar del materialismo histórico, y cuyos signos hay que buscar en el tono dominante de su especulación y de su prédica. aquí tocamos su error fundamental: su repudio de la filosofía misma, su mística convicción de que todo, absolutamente todo, es reducible a ciencia, y de que la revolución socialista no necesita filósofos sino técnicos. Emmanuel Berl se burla cabalmente de esta tendencia, aunque sin distinguirla, como es de rigor, de las expresiones auténticas del pansamiento revolucionario. La agitación revolucionaria misma escribe Berl acaba por ser representada como una técnica especial que se podría enseñar en una Escuela Central. Estudio del marxismo superior, historia de las revoluciones, participación más o menos real en los diversos movimientos que puede producirse en tal o cual punto, conclusiones obtenidas de estos ejemplos de los cuales hay que extraer una fórmula abstracta que se podría aplicar automáticamente en todo lugar donde aparezca una posibilidad revolucionaria. Al lado del Comisario del caucho, el comisario de propaganda, ambos politécnicos.
El cientificismo de Max Eastman no es tampoco rigurosamente original. En tiempos en que pontificaban aún los positivistas, Enrico Ferri, dando al término socialismo científico una acepción extricta y literal, pensó también que era posible algo así como una ciencia de la Revolución. Sorel se divirtió mucho, con este motivo, a expensas del sabio italiano, cuyos aportes a la especulación socialista no fueron nunca tomados en serio por los jefes del socialismo alemán. Hoy los tiempos son menos que antes favorables para, no ya desde los puntos de vista de la escuela positiva, sino desde los de practicismo yanqui, renovar la tentativa. Max Eastman, además, no esboza ninguno de los principios de una ciencia de la Revolución. este respecto, la intención de su libro, que coincide con el de Henri de Man en su carácter negativo, se queda en el título.
LA ORIENTACION EDUCACIONAL DE LOS JOVENES, por Galván.
El producto que arrojan nuestras escuelas y colegios NO de los puntos capitales que se presenta en el mecanismo educativo es la orientación que deben tomar las actividades de los jóvenes una vez concluidos los diversos ciclos de su enseñanza escolar, es decir, después de un periodo de diez a doce años en el que han adquirido generalmente un abundante bagaje de elementales nociones sobre las distintas ramas del saber humano, y en el que, han debido recibir, en el mejor de los WISWரத