6 Amauta posición a la estima, de la estima a la indiferencia, de la indiferencia al desdén, del desdén al odio, y el odio le arrojó, finalmente, al mar. 10. Cómo Espartero pudo convertirse nuevamente en el salvador de la patria y en la espada de la revolución. como ahora le llaman. 11. Esto habría sido sencillamente imposible si España no se hubiera hallado durante diez años bajo la cruel dictadura de Narváez y no hubiera gemido bajo el yugo del favorito de la reina. Los prolongados y tormentosos períodos de reacción son admirablemente propicios para rodear de nuevo de prestigio a las eminencias derrumbadas en el período de los fracasos revolucionarios. Cuanta más fuerza tiene la imaginación popular y ¿dónde tiene más que en el sur de Europa. más irresistible es su tendencia a oponer a la encarnación personal del des potismo la encarnación personal de la revolución. Como improvisarlas es imposible, se desentierra los cadáveres de las épocas turbulentas anteriores. Es que acaso Narváez no tenía el propósito de recobrar su popularidad a costa de Sartorius? El Espartero que entró triunfalmente en Madrid el 28 de julio no era un ser real, sino un fantasma, un nombre, un recuerdo.
Es justo no olvidar que Espartero nunca se ha presentado más que como un monárquico constitucional. si pudiera existir alguna duda a este respecto, bastaría para desvanecerla la recepción solemne que cuando fué desterrado le fué tributada en el palacio de Windsor y por las clases directoras inglesas. Cuando llegó a Londres, toda la aristocracia, con el duque de Wellington y lord Palmerston al frente, se pre.
sentó en su casa. Eberdin, en su calidad de ministro de Negocios Extranjeros, le mandó una invitación para ser presentado a la reina. El alcalde de la City le obsequió con un banquete en el palacio municipai de Londres. cuando se supo que el Cincinato español se dedicaba en sus horas de ocio a la jardinería, pronto no hubo ni sociedad botánica ni asociación consagrada al fomento de la jardinería y de la agricultura que no le nombrara miembro. Pronto se convirtió en el héroe de la ciudad (11 a. 10) Véanse la nota y la anterior. 11. El 28 de julio de 1854 entraba Espartero nuevamente en Madrid, con la aureola de general salvador de la nación. Espartero dispuso que fuera llamado Donnell para formar Gobierno con él. Donnell había sido el alma del alzamiento contra el Gobierno del conde de San Luis (Sartorius. él había lanzado el de julio el famoso manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas. El Gabinete Sartorius cayó, sucediéndole otro presidido nominalmente por el duque de Rivas, pero cuyo verdadero presidente era el general Córdoba. Gobierno que no pudo atajar la revolución que había estallado en Madrid desde el 17 de julio, y durante la cual los amotinados asaltaron el palacio de María Cristina y los domicilios particulares de los más significados del Gobierno anterior, entre ellos de Sartorius, Collantes y Salamanca.
en (11a. Contrasta esta deferencia del pueblo inglés con la conducta del Embajador español, marqués de Casa Irún, duque de Sotomayor, haciendo ex: pulsar a la duquesa de la Victoria de una tribuna de pago que ocupaba cierta capilla católica en Londres, proceder poco caballeroso, que motivó la siguiente carta del esposo de la dama ultrajada: La duquesa de la Victoria ha sido groseramente tratada en virtud de orden del duque de Sotomayor al entrar hoy en la capilla española. La conducta del duque de Sotomayor en esta