Amauta momento Espartero fué proclamado jefe del Ayacuchismo y sus partidarios fueron llamados ayacuchos. En todo caso, lo más digno de llamar la atención es que ese héroe recibió su bautismo histórico con ocasión de una derrota y no de una victoria. En el transcurso de siete años de guerra carlista, ni una sola vez dió uno de esos pasos audaces que dieron pronto a su rival Narváez la gloria de haber dirigido la guerra con ner vios de acero. Espartero tenía la facultad de exagerar considerablemente los pequeños éxitos, y su fortuna consistió en que Maroto le rindiera precisamente a él las últimas fuerzas militares del pretendiente, pues el levantamiento de Cabrera en 1841 no fué más que una tentativa póstuma para galvanizar los huesos disecados del carlismo. Incluso Marliani, uno de los fervientes partidarios de Espartero e historiador de la España contemporánea (4) reconoce que esa guerra de siete años puede ser comparada solamente a las luchas que tuvieron lugar en el siglo entre los pequeños señores feudales de las Galias y en las cuales el éxito no era resultado de la victoria. por segunda vez, la fatalidad hizo que de todas las hazañas de Espartero en España, las que dejaran una impresión más viva fueran precisamente las que, sin ser un fracaso, equivalían de todos modos a actos incomprensibles en un luchador por la libertad. Espartero es conocido sobre todo por haber bombardeado dos ciudades: Barcelona y Sevilla (5. Si los españoles dice un escritor quisieran re(4. Histoire politique de Espagne moderne, París, 1840 y 1841, dos volúmenes en 40. reimpresa en Bruselas en 1842, dos volúmenes en 40.
y en 1851, tres volúmenes en 160. Del mismo año de la primera francesa es la edición española: Historia política de la España moderna, puesta en castelano por el traductor de la Historia de España de Roncey, Barcelona, imprenta de Antonio Bergues y Cía. agosto de 1840, 363 páginas folio. Suya es también la Reseña de las relaciones diplomáticas de España desde Carlos hasta nuestros días, sacada de su Historia de España. Madrid 1841, 186 páginas 80. La regencia de Espartero, citada en la nota 2, y las siguientes: Es.
pagne et ses revolutions, París, Salvá, 1833, 80. Combate de Trafalgar, Madrid 1850. 40. Trafalgar (21 ottobre 1805) e Lissa (21 giuglio 1866. Fi.
renze, 1867, 42 páginas, 40. y 1854 et 1869. Un changement de dinastie en Espagne. La maison de Bourbon et la maison de Savoie, Florence, 1869, 33 páginas 40. De La regencia de Espartero hay una manuscrito autógrafo en la Biblioteca Nacional de Madrid, Manuscritos 8759 61. El bombardeo de Barcelona tuvo lugar el de diciembre de 1842, con motivo de haberse sublevado la capital mediterránea en pro de la Constitución, abolida por el duque de la Victoria, y la Regencia múltiple (asunto éste que había provocado el descontento de los moderados y las sublevaciones de Donnel en Pamplona, Borsi di Caminali en Zaragoza, Montes de Oca en las Vascongadas y la desgraciadísima de Concha, Pezuela, Ful.
goni y León en Madrid. Exigía el regente la rendición, sin condiciones, de los sublevados, y la negativa de éstos provocó su exasperación y el bombardeo por las baterías de Montjuich. Sevilla, que se unió al movimiento iniciado en Málaga al año siguiente, fué sitiada y bombardeada también por Espartero.
De esta población, enterado del resultado, adverso para él, del encuentro Torrejón de Ardoz de las tropas rebeldes, acudilladas por el impetuoso Narváez, y las esparteristas, mandadas por los generales Seoane y Zurbano (23 de julio de 1843. abandonó el sitio, se trasladó a Cádiz y embarcó el 30 de julio en el Betis, buque del que pasó al inglés Malabar, zarpando con rumbo Londres, no sin haber rectadatdo y firmado antes un inútil escrito de protesta.
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