aAmauta 101 alista en el número de nuestras posi Montenegro rodó por el mundo y por bilidades de hacer un arte no sola la vida, intensa, loca, preñada de nomente poseedor de bellezas regiona. vedad desde los 12 hasta los 19 ales pintura. sino la contextura ra ños, en que después de haber visto cial, idiosincrática y alerta a la hora tantas veces de cerca la Tragedia, de renovación y creación que es el an ésta desembocó en una esquina y lo helo del mundo, y que tiene tan es alcanzó con un puñal en la mano, que peciales signos en tierra latinoameri ciegamente, rompió la vida de un homcana.
bre que él no conocía. El Renuevo y Otros Cuentos. esDesde entonces, con los muros de tá dividido en Cuentos de Hombres la fortaleza feudal que amarró sus reLibres y Cuentos de Presidiarios. beldías, se detuvo la vida. sólo el Pero una sola vibración todas las sueño y el ensueño rondaron sus días gamas recorre los nervios de este liinterminables. Carlos Montenegro bro. Sus personajes hombres, niños, prendió a escribir en la prisión. pahembras oscuros o blancos se nos ra hacer menos pesada la losa del abupresentan en la idéntica identidad de rrimiento van diez años de prisión sus humanidades sin disfraces. Es la escribió, escribió, sin aliño, sin literaprimera vez que vemos surgir al homtura, por necesidad biológica, para llebre así, dentro de un relato literario, nar el ancho vacío de sus días iguales.
sin literatura. La primera vez? TamY en sus relatos, con energía nueva, bién Panait Istrati, pero este maraviy voz emocionada, cuenta episodios lloso vagabundo está lejos de nuestra de su vida, de su vida embrionaria, ya alma americana.
que sólo en la libertad puede vivirse Sus personajes son feos, son pery la de él abrió un paréntesis que aun versos y crueles, están carcomidos de no cierra a los 19 años.
todas las lacras producto de una civilización corroída.
Carlos Montenegro es un niño en su Todos los bajos fondos, oscuros, actitud, en sus palabras, en su timiinexplicables, freudianos de los hom dez. Constatamos que su vida se ha bres de ahora, atormentados de esdetenido a los 19 años. El declara honclavitud, se nos muestran a través de radamente su incipiente cultura, su estos relatos mejor que cuentos de desconocimiento y su ansiedad salvaeste pupilo de Castillo del Príncipe, dora por conocerlo todo, todo lo que con diez años de prisión a cuestas y pasa detrás de los muros, donde tantres más por vencer.
tas inquietudes hierven sin alcanzarPero dentro de esa crueldad tan le, donde todos los días se renueva la humana, como un río dulce que bañavida. Pero las nuevas palabras que le ra todos los breñales y las aristas llegan qué eco fervoroso encuentran asesinas, cuántas veces la más emoen su corazón.
cionada ternura nos ovilla en un so Cuando le hablo de América, Montellozo de niño que cedió su escopeta negro que conoce México, demuestra a cambio de la vida de un gorrión. una viva curiosidad amorosa. No son. Ay mi vida, mi vida! Mis siete años! nada tres años para él tantas veces ¡Mi madre que murió y no la vi muer se ha pedido a los hombres su indulto ta! Ay de los hombres buenos y co. y entonces, dice, empezará la verbardes! Ay del que en su niñez tenga dadera vida. Visitará Suramérica, sus una noche así y no se salve. donde razas maravillosas con las que quiere súbitamente nos encontramos refleja vivir para conocerlas. poder un día dos. la áspera dulzura del niño que hablar de ellas, como lo ha hecho con frente a la madre muerta, lloraba por sus guajiras cubanos y con los indios que tenía hambre y se robó un pomo del México de la Revolución.
de caramelos.
Tres años. tres años. Pero ¿Le ha hecho bien el presidio. una ancha esperanza ilumina y forta