José Carlos Mariátegui

Amauta 85 indios, gobernado por un minúsculo de aclimatación a cualquier época o grupo de mestizos.
clima histórico. La exterioridad, En este capítulo, Mariátegui expo el paramento del catolicismo, sedune y mide las diversas influencias en jeron fácilmente a los indios. El el desarrollo educativo del Perú, desde paganismo aborígen, subsistió bajo el las lejanas del Virreinato español has culto católico.
ta los más recientes nacidos de la orCuando Mariátegui habla de la ganización pedagógica de Francia ciencia eclesiástica Estados colonial, tiene Unidos. Ocúpase muy acenjuicios como éste: El pensamiento tuadamente de la Reforma Universitaescolástico fué vivo y creador en Esria; sigue paso a paso su desenvolvipaña mientas recibió de los místicos miento integro en Hispanoamérica; acalor y ardimiento. Pero desde que punta todas las vicisitudes y marca se congeló en fórmulas pedantes y los jalones de éxito, escasos por cierto.
casuistas, se convirtió en yerto y aCon justicia declara, al ocuparse del pergaminado saber de erudito, en ananteproyecto de reforma de la Univerquilosada y retórica ortodoxia de teósidad del Cuzco, que a nombre de logo español.
la docencia universitaria, no se había En su ensayo Regionalismo y hablado todavía, entre nosotros, con Centralismo, tiene agudas observaciotanta altura.
nes. Sin embargo, no pueden pasar Es contundente, definitiva la crítica varias de ellas sin beneficio de invenque hace de las tendencias aristocrátario. Corrientes federalistas las hutica y burguesa propiciadas como anibo en el Perú desde los primeros amadoras de la reforma educacional por ños de la República. La revolución de los profesores Deustua y Villarán, resEscobedo en el Cuzco el año 1830 tepectivamente. Comprueba que es renía ese carácter, Gamarra, destructrasada esa ideología y que, por lo tor de la Confederación perú boliviatanto, ya no puede alentar futuras orna, era ferviente federalista. El núganizaciones de la intrucción públicleo de departamentos meridionales ca. Cuzco y Arequipa a la cabeza) manMuy breves líneas dedica a la edu tuvo siempre definida resistencia al cación indígena, porque confiesa que centralismo limeño. Cosa distinta el problema del analfabetismo del que la palabra sirviese de señuelo en indio resulta ser un problema mucho ciertas agrupaciones caudillescas; mayor, que desborda del restringido pero no puede negar que la tendenmarco de un plan meramente pedagó cia a federalizarse arracan de progico.
fundas raíces populares.
Sólo en 22 páginas examina el fac Es evidente que la etapa regionator religioso; pero con su acostum lista ha sido superada. Somos hoy brado buen sentido rara aptitud de más radicales. Al proclamarnos serrapenetración evidencia lo insepara nistas, indigenistas, indiófilos, anhebles que fueron, hasta confundirse, lamos un cambio más profundo; un Iglesia y Estado, en el Imperio Inkai verdadero cambio de centro de graco, y distingue con exactitud que vedad de la vida nacional, como con la religión no era sino uno de los secuencia de la revalorización del inaspectos de la organización tawanti dio.
suya. Reconoce que el catolicismo No escapa a la mirada aquilina por su liturgia suntuosa, por su cul del autor de ensayos que el ser es to patético, estaba dotado de una ap fundamentalmente serrano. que es titud tal vez única para cautivar a la región que reposa sólidamente en una población que no podía elevarse la piedra histórica. que los Andes súbitamente a una religiosidad espi son sus bastiones que avanzan hacia ritual y abstractista. contaba, ade el mar, convirtiendo la costa en una más, con su sorprendente facilidad estrecha cornisa.
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