BourgeoisieCommunismJosé Carlos MariáteguiMarxProudhonSocialism

84 Amauta a del su na, y Mariátegui la interpreta desde tinta del comunismo inkaico. Uno y el ángulo óptico de su franco marxis otro comunismo son un producto de mo. Nada de extraño puede tener que diferentes experiencias humanas. Perexplique la emancipación hispanoame tenecen a distintas épocas históricas.
ricana por motivos económicos, pese Constituyen la elaboración de disímial relegamiento a segundo plano les civilzaciones. La de los Inkas fué que condena a las influencias ideoló una civilización agraria. La de Marx gicas. Acierta más cuando vislumbra y Sorel es una cvilización industrial.
en el régimen de la propiedad perua En aquella el hombre se sometía a la na la indudable supervivencia naturaleza. En ésta la naturaleza a feudalismo virreinal que se disfraza veces se somete al hombre. Es absurde burguesía civilista y gamonalismo do, por ende, confrontar las formas y serrano. Es el primero que proclama las instituciones de uno y otro comula liquidación definitiva de la feuda nismo. Lo único que puede confronlidad como fundamento para edificar tarse es su incorpórea semejanza esennuestra nueva economía.
cial, dentro de la diferencia esenciai Nobilísimo, simpatizante de la raza y material de tiempo y de espacio. india, gracias a su actitud penetra con para esta confrontación hace falta un certeza en el proceso evolutivo de ese poco de relativismo histórico. otro mundo que alienta detrás de No se deja seducir por aparentes las montañas. Como muy pocos indi homologías, y es suficientemente sagenistas, Mariátegui entiende el pro gaz para sortear los peligros de los blema indígena y coincide con cuantos preconceptos partidistas. Mariátegui sostenemos que la cuestión del indio, no aspira a juez imparcial. Ese papel más que pedagógica, es económica, es riñe con su inquietud vital, con social. Una cuestión de justicia, que fervor apostólico. No es, no puede ser, sólo puede resolverse revolucionaria un indiferente, un neutro; todo al remente y por el mismo indio, nunca por vés; pocos como él tan francos, exsus tutores y curadores. Basta de plícitos y sinceros como hombre y co encomenderos. mo publicista. Desde Amauta su En ensayos se analiza el régi gran tribuna de indoamericanismo se men agrario desde el comunismo in define pura y llanamente socialista. kaico hasta la latifundia de nues defiende su filiación en brillantes potros tiempos, y con certero juicio se lémicas de extraordinaria resonancia.
determina el papel que jugaron en En el problema de la tierra. el este proceso los factores de la econo autor enjuicia el proceso agrario con mia. Muy sintéticamente como lo criterio amplísimo, sin recaer un insexige el ensayo, toda vez que el asun tante en el espíritu superado del lito motivaría gruesos infolios expone beralismo ochocentista y sin encerrary juzga Mariátegui el problema de la se tampoco en las estrictas medidas tierra bajo el Inkario, el Virreynato, al uso entre los corifeos de Marx, y la República. Admirable es el poder Proudhon y Sorel.
intuitivo del autor que, sin conocer Al tratar extensamente del imporde visu la Sierra del Perú, afirma esta tante tópico de la instrucción, obtieevidencia: Destruir las comunidades ne captaciones felices. Somos un pueno significa convertir a los indígenas blo, sostiene, en el que conviven sin en pequeños propietarios y ni siquiera fusionarse, aún sin entenderse todaen asalariados libres, sino entregar sus vía, indígenas y conquistadores. atierras a los gamonales y a su clien grega después: la República es el Petela.
rú de los colonizadores, más que de los Cuando Mariátegui compara las es regnícolas. Comprueba una y otra tructuras socialistas no cae en error, y vez la verdad que nosotros denunciasabe distinguir; así sostiene que el mos ante el escándalo de los conven comunismo moderno es una cosa dis cionalistas: El Perú es un pueblo de