Amauta 39 cados por las garras del monstruo. Esta página de la historia será completamente escrita en carne y con sangre. De aquí ha de salir un grito de sufrimiento y un grito de llamamiento. No somos gentes que se contentarán de traer a esta tribuna o más bien a este tribunal, las lamentaciones que no son más que lamentaciones. Nuestro objetivo el segundo objetivo de este Congreso es de sublevar a los hombres con la verdad y hacerlos marchar. Qué hombres? Las gentes honradas. No es mucho decir. No dudamos que hay bellas conciencias, espíritus libres, nobles luchadores, quienes de todo su corazón y de toda su razón juzgan infame, degradante y funesto el libertinaje fascista. Pero aún más todavía, es necesario que llegue aquí la voz de las multitudes, es decir, de las masas obreras, de las organizaciones obreras.
Rehusé siempre separar en dos categorías distintas en la lucha de clases, las manuales e intelectuales, e ir ya hacia los unos, ya hacia los otros diciéndoles sucesivamente y en tono diferente: yo soy de los vuestros. Esta distinción entre manuales e intelectuales es una vieja fórmula anticuada que no responde más a las simplicidades formidables de la cuestión social. En realidad hay un movimiento de emancipación extenso y profundo que responde a las leyes físicas de la vida colectiva, y la doctrina teórica de esta fuerza de la naturaleza no es el monopolio de una casta. No corresponde al proletariado acercarse a los intelectuales; es a los intelectuales, avecinarse al proletariado, porque la obra de éste es una obra de lógica y de justicia, conforme a los progresos del pensamiento. En nuestra civilización opulenta y desordenada son las jóvenes y sanas fuerzas proletarias que representan el espíritu. La grandeza de los hombres de pensamiento es cor. fiarse a esta onda de renovación. Que no teman ver zozobrar su originalidad.
Su esfuerzo será tanto más grande y bello cuanto más esprima las aspiraciones de esta masa. Por lo demás, en los grandes momentos esta fusión se hace y se ha hecho. Cuando se enumeren los martirologios, se verá cuantas veces los intelectuales han marchado junto con los obreros y en muchos casos antes que éstos contra las violencias fascistas.
Italia y los Balcanes han sido fecundadas con la sangre de los intelectuales.
Sin embargo, si alguna cosa efectiva puede hacerse contra el fascismo, serán las masas organizadas que la impondrán. Serán ellas las que impongan la abolición de las leyes de excepción, la amnistía en espera de mejora. Actuando así, no harán más que realizar sus profundas aspiraciones y recorrer una de las etapas de su innumerable liberación y es al final de esta vía que está la abolición violenta del fascismo! Ahora corresponde a cada uno de los miembros del Primer Congreso Anti fascista Internacional, volverse hacia aquellos países que han sido transformados en cementerios de libertadores y comulgar con unción en la memoria de aquellos que actuaron, de aquellos que fueron asesinados. No podemos evitar que audiencias como ésta, no sean desde ya una ceremonia de duelo.
Después, tendemos las manos a aquellos que están en las prisiones. tambiér tendemos fraternalmente las manos a aquellos que están todavía vivos, todavía libres y que luchan!
Les juramos fraternidad y socorro. Nos inclinamos ante ellos, les admiramos y pensamos que cualquiera que sea el encarnizamiento y el horror de estas agresiones contra los pueblos, los historiadores dirán que en nuestra época, la conciencia humana estuvo a la altura del dra