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Amauta 37 LA BATALLA ANTIFASCISTA, por Heari Barbusse.
DISCURSO DE APERTURA DEL CONGRESO ANTIFASCISTA REUNIDO EN BERLIN COMIENZOS DEL MES DE MARZO DEL PRESENTE ANO saludo de todo corazón a quienes están aquí, congresistas y asistentes.
Todos nos damos cuenta, y se darán cuenta en el mundo entero, de la alta significación y del poderoso alcance de esta asamblea. En cuanto a mí, siento intensamente el honor diré la gloria que me toca al abrir tan grande Congreso.
Hemos venido de todos los puntos del universo, como jueces para lanzar una Enérgica requisitoria.
Contra una de las fuerzas triunfantes de esta época.
Contra el fascismo. Qué es el fascismo?
Una vez más repitamos esta evidencia: esa plaga no es un fenómeno resultante de la grandeza o de la potencia individual de alguien. No es producto del genio de uno o más aventureros o condotieros. Esas gentes carecen de talento. El fascismo es la consecuencia de un estado de cosas que excede sigularmente los hechos y gestos de algunas personalidades. Se asiste desde hace medio siglo y sobre todo desde un cuarto de siglo a una enorme conmoción social, al surgimiento a la luz de clases laboriosas, obreros y campesinos. Esos instrumentos dóciles de una oligarquía de priviligiados, esos explotados rehusan el obedecimiento o se preparan a hacerlo. Están cansados de ser siempre la bestia y la cosa de los dominadores, de engrasar con su carne el cofre fuerte y los campos de batalla de los explotadores.
El progreso industrial ha organizado las multitudes en el trabajo, convirtiéndolas en conjuntos temibles. La clase obrera utiliza esta cohesión de ejército, para defender sus intereses de clase y remontar de los bajos fondos en que ella estaba ahogada. Esta revuelta de la mayoría de los hombres cambia la faz de las cosas, y el proletariado busca internacionalizar su esfuerzo y realizar hasta el fin lo que se llama con razón con razón que nada puede atenuar ya su brillo su rol histórico.
La marea de las multitudes que se hace sentir por doquier, que se precisa por lugares, no ha triunfado más que en Rusia. En otras partes ha chocado contra las fuerzas tradicionales que ocultan más o menos sus maquinaciones imperialistas, esclavistas, y antiproletarias, bajo la hipócrita bandera de la democracia. Los poderes del dinero y sus personeros gubernamentales, oficiales u oficiosos, reaccionan con crueldad y ferocidad de otras edades; cobardía ébria de gentes armadas contra los desarmados. De la burguesía enloquecida ha nacido una organización de combate, formada de elementos burgueses y clases medias agriadas por la lucha vital, excitados por la demagogía reaccionaria y el terror de lo nuevo, y completada por oficiales, ex oficiales, por bandidos y gentes canallas.
Lo han dicho frecuentemente y con alguna razón. El fascismo es una policía suplementaria de clase, una gendarmería política, provista