12 Amauta SOBRE LAS HUELLAS DE LOS CONQUISTADORES. por Emilio Romero.
ESDE que en la escuelita de los viejos tiempos tuvimos un ejemplar de mi primera historia del Perú. aprendimos esto: que en el Imperio Incaico habían millones de gentes. que durante la dominación española, millones de indios desaparecieron en los horribles trabajos de las minas y en los obrajes, víctimas de la crueldad de los españoles. Esta imagen sombría que cada muchacho grava en su mente con diversos colores según su paisaje, ha perdurado en el recuerdo de estudiantes y profesores, y se repite año tras año.
Carlos Pereyra en su libro LAS HUELLAS DE LOS CONQUISTADORES. plagado de las más bellas sugerencias, erizado de puntas que hieren y que despiertan deseos de combatirlo, dice: La despoblación del Perú es una fábula, como la de la despoblación de México.
Bartolomé de las Casas dijo que los españoles habían dado muerte a 40 millones de hombres en América. el cronista Herrera afirma que ese número desapareció en 68 años e de solo cargar los hombres, quince millones.
Todos los cronistas se refieren a la gran población nativa del Perú y al excesivo número de seres que perecieron víctimas de la crueldad conquistadora, crueldad incorporada ya como característica social en las masas que salieron de España a poblar estos países.
Mancio Sierra de Lejizamo, aquel conquistador que hizo un notable testamento pro indígena, habla también con profunda melancolía en descargo de su conciencia y por hallarse culpado dello. de todo cuanto hicieron para apoderarse de ese reyno de tanta multitud de gente y riqueza.
Ahora hay algo nuevo bajo el sol. Ni los indios fueron tan numerosos como se dice, ni los españoles fueron tan crueles. Pereyra reproduce un razonamiento de Carlos Bosque: Don Carlos Bosque, dice pág. 223, con criterio de agrónomo experto y datos de historiador e.
rudito, la destruye con algunas consideraciones muy pertinentes. Por qué en 1928 se trabaja para regar el Perú occidental, el Perú histórico, llevándole aguas que pertenecen a la cuenca del río de las Amazonas?
Los que desembocan en el Océano Pacífico son de escasísimo caudal, para dar vida a estas tierras, todas áridas que ocupan un sitio entre las más renuentes del mundo. Mientras la República Argentina se calcula que la cantidad de agua precisa para el riego puede ser la de 20 por litro por hectárea y segundo, en el Perú ha tenido que fijarse el cánon en 80. Si hoy el Perú para sostener y aumentar su población de millones, tiene que acudir a los ríos tributarios del Amazonas, construyendo un gigantesco túnel ¿cómo podrían vivir hormigueros humanos creados por una fantasía sin nociones de cálculo. Es, pues, una falsedad, una exageración la fantástica demografía inventada por el de las Casas? Se diría una mentira piadosa para llamar la atención en favor del indio del Perú.
En realidad, no estamos en disposición de refutar esos datos con la severidad con que debe hacerse. Allá otros. Pero fundamentar una objeción a las fantasías del de las Casas con otras fantasías, no conduce a nada.