102 Amauta 0dad. Hipócrates y Aristóles tienen in lina es activa y bien diferenciada, la teresantes observaciones al respecto de la mujer es, en cambio como la del y Aristófanes, según lo recuerda niño, esencialmente pasiva y de meportunamente Gómez de Baquero al nor diferenciación. Estas conclusiones tratar de estas cuestiones, refiere en y las disquisiciones analíticas con que el diálogo de El banquete o del amor, las fundamenta sean acaso demasiado que en otros tiempos la humanidad co sútiles y susceptibles de una amplia noció otros tipos de hombres que los crítica, pero por lo mismo es innegable actuales. Así lado de los varones que representan jalones puestos para y de las hembras, existía un tercer ti la explicación de una serie de fenómepo, mixto de varón y hembra, los an nos hoy todavía no resueltos.
dróginos. Pues bien, Marañón afirma Así, por ejemplo, en el estudio de que los dos sexos, la masculinidad y la hemosexualidad, al que Marañón la feminidad, no son dos entidades que consagra numerosas páginas, pretende se oponen punto por punto; hay cier que la sexualidad de los invertidos tos momentos de su evolución ontono se parece tanto a la sexualidad fegénica y filogénica en que esta opo menina, como a esta sexualidad infansición absoluta tiene una apariencia til, con su tendencia polimorfa y su de realidad; pero fuera de esos mo indeterminación de objeto. discumentos, la masculinidad y la femini tiendo y rectificando en este punto la dad se van acercando y acaban por opinión de Freud que afirma que el confundirse. Afirmación acaso de hemosexual busca en el fondo a la masiado enfática, pero que se apoya en mujer. cuando solicita a los pedenumerosos datos de la biología.
rastas por sus maneras femeninas o se La concepción más original de Ma ofrece fingiendo aspecto de mujer. Serañón en este magnífico estudio es gún Marañón, debiera decirse más quizás aquella que sitúa a la mujer, bien que el objeto de la libido homocomo un elemento de la sexualidad, sexual es el adolescente.
en un estadio, intermedio entre el niA lo largo de este estudio, el autor ño y el hombre. Según el joven sabio tiene naturalmente ocasiones para exespañol, en la evolución de la sexua poner una serie de datos interesanlidad pueden apreciarse tres. etapas tes, muchos de ellos originales, sobre distintas: la del adolescente, la de la las distintas glándulas incretoras que mujer y como estadio final, la del comandan el desarrollo de sexuaalidad, hombre. Discute esta teoría a la luz ya sean aquellas denominadas gonade la morfología y fisiologia de estos das o genitales. testículo y ovario. distintos períodos y del estudio de la o aquellas que de modo menos directo sicología de cada uno de los tipos men intervienen en el mismo, como la hicionados. Es así como, para Marañón, pofisis, cápsulas suprarrenales, timo, la crisis sexual que se presenta en el tiroides, etc.
período de la pubertad, marca una ten Se completa el libro, sugestivo en dencia feminoide, en tanto que la cri alto grado en el terreno científico, con sis climatérica, es decir de aquella e numerosas observaciones y conclusiodad llamada crítica en la mujer, re nes, de carácter digamos sociológico.
presenta una tendencia viriloide, co Es, quizás, a nuestro juicio y desde mo una aspiración de la sexualidad nuestros puntos de vista, el lado déhacia su etapa más perfeccionada. Del bil de tan original contribución. Maramismo orden serían los fenómenos de ñón, como todo intelectual que trata la evolución sicológica, y en este de conciliar el materialismo de la ciensentido la libido de la mujer no sería cia con el idealismo de sus concepciosino un estado evolucionado de la li nes sociales, tiene que incurrir forzobido del adolescente, a la que estaría samente en contradicciones y a veces, más próxima que a la del hombre. Es sin quererlo, llegar a conclusiones que por eso que mientras la libido mascu desde un punto de vista lógico, apa