Amauta 85 periodistas el señalar a los culpables mado que haya habido intención de de esa catástrofe y de informar deta que esa catástrofe se produzca. Pero lladamente sobre la culpabilidad que no solo hay culpa intencional.
ha habido en la realización de ese ac La culpabilidad que ha habido en cidente minero.
la verificación de ese accidente, está No han faltado (esas gentes toda establecida por la propia declaración vía abundan) quienes atribuyan las del Superintendente del Departamento causas de la catástrofe, a la fatali de Morococha de la Cerro de Pasco dad.
La fatalidad. la mala suer Copper Corporation, Mr. Dillite. el destino. ya que no el diablo gham en su segunda declaración preso las propias víctimas, han sustituído tada ante el Juez Instructor comisioa la imprevisión culpable, al error, a nado de la Provincia de Yauli. Dice la omisión delictuosa.
Mr. Dilligham, contestando a esta preTratándose de labores dirigidas gunta del Juez: Diga si el ingeniero por técnicos y sujetas al control y a técnico alguna vez, en los últimos la vigilancia de un personal de inge tiempos le ha manifestado que había nieros, no cabe admitir que un acci peligro en alguna de las minas del acdente de las proporciones que ha teni cidente, tal como filtraciones de agua do el de Morococha, tenga como cau o algún otro. Respondió: Que el sa la fatalidad o el azar. En la ex señor Fleming cada ocho días inspecplotación de esas minas, en todas sus cionaba las minas acompañado de su labores, interviene un personal de in ayudante el ingeniero John Ferrusson genieros y de gentes conocedoras de y que la inspección nocturna la hacía sus deberes y funciones; gentes todas el ingeniero Hoglesong. Que de acuerexperimentadas y capacitadas para la do con estos técnicos se comenzó unas dirección y el laboreo de las minas. tres o cuatro semanas antes del acciun ingeniero, un experto, seguramendente a construir una chimenea en la te no puede desatender la inminencia mina María Elvira. que entonces los de un grave peligro. Sus cálculos, ingenieros le manifestaron que la tiesus previsiones, sus estudios, todo rra de la bóveda era floja y que comfin, le puede permitir, sino evitar el prendiendo que en esto había peligro, daño, anunciarlo y así impedir el sa comenzaron a rellenar; que el declacrificio y la pérdida de vidas y capita rante (Dilligham) les llamó la atenles. Un hombre dotado de sentido co ción sobre el peligro de filtraciones de mún, hasta por instinto de conserva agua; pero sin suponer jamás el reción podía haber previsto el peligro sultado final; que el jefe nocturno le que había en Morococha cuando se manifestó al declarante que no había verificaban las labores de la chimenea peligro de ninguna clase, lo mismo que por donde se derrumbó el lecho de el jefe de guardia, pocos momentos una laguna desecada, y una enorme antes del accidente; que poco más o masa de tierra y de fango mineraliza menos quince días antes del accidente do. esas previsiones existían. Só pudo observar el declarante un peque.
lo que por incapacidad o por negli ño hundimiento en la superficie y que gencia, se llegó a originar la catástro llamó la atención del ingeniero Flefe; es decir que en su realización, hu ming sobre esa circunstancia, por lo bo culpabilidad. Los informadores de que éste, el ingeniero, hizo unos canaMorococha, especialmente los jefes e les de desagüe, habiendo interiormeninteresados en que esto no pueda apre te paralizado el trabajo de la chimeciarse con toda exactitud, sea aparen nea y reforzado con madera. Declatando ignorancia, o porque en reali ración de Mr. Dilligham en la dad haya ignorancia sinceramente ex instrucción que se sigue por el accipresada, creen que esa culpabilidad dente mencionado. Véase a fs. 47 de no existe porque no hubo intenciona dicha instrucción. lidad. Nadie, desde luego ha afir La honrada declaración del señor en