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78 Amauta ha la de contribuir a la completa unidad mundial de los Trabajadores de la Enseñanza, os aportamos nuestra colaboración efectiva, nuestra participación en los trabajos de vuestra Convención Nacional, mediante la tribuna del boletín de la los trabajadores de la enseñanza del mundo entero, a los de los países democráticos, a los de los países fascistas y a nuestros camaradas de la única república proletaria, a la opinión pública también, y por su intermedio a los agentes de la finanza internacional, a los ministros, dictadores, hombres de Estado y Césares de carnaval, nosotros les decimos y lo probamos, si tienen necesidad de ello, que los problemas del magisterio argentino no son ni pueden ser, como algunos se divierten en repetirlo, problemas simplemente pedagógicos.
El problema del magisterio argentino es un problema de orden social y lo será mientras los cargos, las funciones principalmente las de profesores en las 83 escuelas normales sean acaparadas y detenidas por quienes no las ocupan sino por puro privilegio, por una arbitraria desvergüenza. Mientras el 62 por ciento de los profesores de la Argentina, profesores de Colegios nacionales y lo que es más grave de las escuelas normales, no tengan el título que los habilita para sus funciones. Mientras el 10. 78 por ciento no tenga absolutamente ningún título. mirad el problema social: la clara demostración de los manejos criollos de los caudillos políticos, para satisfacer a sus clientes. Qué valor puede tener la enseñanza, que puede ser la preparación a la vida social, de maestros que llegan a serlo mendigando las funciones, valiéndose de medios extraños a toda dignidad profesional?
El camarada Luis Gómez Catalán, que hoy medita en Tacna, caído en des gracia, desgracia consecutiva a una colaboración que él no fué el único en otorgar, sobre la omnipotencia de los amos del nitrato, del cobre y del dólar, tuvo a bien referir un día cómo en Chile una ladrón fué condenado a ser maestro de escuela. Basados en esta información y en otras mil informaciones sobre la situación material y moral de los maestros en la Argentina, nosotros creemos tener el derecho de deciros, camaradas, que el objetivo esencial, la única finalidad de vuestros trabajos, debe ser el de poner fin a esta constatación terrible que implica con ella la condenación de un estado de cosas, acusación lanzada desde la Primera Convención Internacional de Maestros de Buenos Aires, acusación que ha sido conocida por los maestros, a través del mundo. En la Argentina, es maestro el que no puede ser otra cosa. En la Argentina, camaradas, como en todos los países capitalistas, la burguesía trata de buscarse un personal que trabaje a bajo precio; no se preocupa de la deserción cada día más caracterizada del personal masculino. En Italia fascista, en menos de treinta años, el personal masculino de enseñanza descendido de 34 a por ciento. La Francia laica y republicana cuenta ya dos maestras por un maestro. Países fascistas o democráticos en cualquier estado de brutalidad o de hipocresía en materia de educación del proletariado, todos son iguales. Es incontestable que América Latina más que ningún otro país ha llamado a las mujeres para instruir a los niños del pueblo: en la Provincia de Buenos Aires por 604 maestros hay 8775 maestras, es decir, 93. por ciento. Nuestros camaradas maestros en Mendoza y en etras regiones, han tenido que defender su salario. En nuestro reciente Congreso de La Pampa, su participación en los trabajos preparatorios de la Convención Nacional han sido activos y su adhesión a las decisiones ha sido entusiasta.
Si el porcentaje de las maestras es grande, el número de nuestros jóvenes no lo es menos, 62 por ciento de los trabajadores de la Enseñanza en Buenos Aires, tienen de 20 a 30 años En la grande y poderosa democracia de los Estados Unidos, el personal es