Amauta 71 Pocos pintores actuales han tenido un desenvolvimiento tan or.
gánico, determinado y gradual como Piero Marussig: resulta de ello que en una primera consideración, aunque sumaria de su obra, en los diversos aspectos sucesivos, se evidencia que en el desarrollo de este artista no ha eludido ninguna dificultad. Adviértese enseguida la solidaridad de los diversos momentos de su arte.
Sus tendencias se concentran en una sola que progresa día a día sin traicionarse. Más bien que de tendencia, podríamos hablar, en este caso, de manifestaciones pictóricas que han ido madurando lenta y espontáneamente en su espíritu.
Su inteligencia aguda, culta y experta, limitóse como sucede en todo gran artista por natural disposición antes que por voluntad, a secundar, regulándolos los impulsos de su temperamento.
Descartadas las tendencias y los programas es conveniente agregar que sería erróneo afirmar por consiguiente, que Piero Marusigg se haya extraviado en los movimientos que se han producido en el campo de la pintura contemporánea; lo justo es asegurar que los ha sentido y determinado, asimilándolos a su visión.
Su caso es singular por la razón que sus obras tienen por un lado el acento sutil de las audacias de nuestros tiempos, mientras que por el otro se presenta bajo el aspecto más simple y se aparece, hoy, compuesto en un orden tradicional.
He aquí lo que lo distingue y lo impone.
Las experiencias realizadas en los museos y en las más vivas manifestaciones pictóricas actuales, acumuladas durante los diez años de heroico encierro voluntario, las vemos florecer ahora, en la madurez de su vida y de su arte, en la práctica, en las obras ejecutadas en los últimos años con un resultado de bellos y profundos valores: es ahora cuando se ha definido en la totalidad de su sensible y potente personalidad.
PIERO MARUSSIG es uno de los más fuertes pintores con que cuenta el 900 italiano.
ra