LeninWorking Class

Amauta 63 tas insuficiencias de técnica. Así es que, en un servicio de laringología, ví en uso unos procedimientos arcaicos, así como el viejo y peligroso amigdalótomo de guillotina. Es verdad que treinta pasos más allá, yo visitaba el laboratorio de acústica mejor montado de todos los que he visto jamás en veinte capitales. Pero en todas partes, magníficos o deficientes, estos talleres para la reparación del hombre, trabajan régimen forzado; en todas partes los servicios llenos: toda una población vigilante de médicos, asistentes, enfermeras.
No se hace mucha política en esa gran labor profesional. Sin embargo, un rincón rojo. con sus fotografías, está dedicado al culto de Lenin, en cada hospital como en cada usina o caserma. me han cuchicheado, sin mucha acrimonia, que, entre los jefes de servicio, se hallaban miembros del Partido. Esa especie de vigilancia que ellos ejercen sobre sus colegas, los molesta a veces, mas ellos la aceptan teniendo necesidad de apoyo en sus conflictos con la administración o con los enfermos.
Además del Hospital, las instituciones de higiene.
Dispensarios multiplicados en todas partes, con consultorios externos y enfermeras visitadoras, radioscopia, solarium, refectorios. Preventoria de noche, donde, para no contaminar su ambiente domiciliar, los enfermos que siguen trabajando van, después de haber pasado por la sala de baños, a dormir en piezas bien ventiladas. Curas de descanso, de convalescencia, en el campo o en las estaciones climáticas por ejemplo en Crimea en los palacios de la antigua aristocracia. Todas estas instituciones, por cierto, fragmentarias todavía e insuficientes todavía como número y extensión, pero todas en progreso rápido e incesante.
La higiene tiene su propaganda casi tanto como la política. En la calle, en la escuela, afiches parlantes: así ese árbol de la revolución en el que una hacha corta una raíz enferma; esos anchos letreros que denuncian el alcohol o la tuberculosis, los peores enemigos del proletariado. Ved sobre este quiosco, esta llamada colocada por el servicio de investigación de las enfermedades mentales. Antes de suicidaros venid donde nosotros! En el teatro sketches o films destinados a recordar tal o cual precaución sanitaria.
La higiene tiene sus museos. Así los de la higiene social, de la salubridad del pueblo, del niño: y ese Museo pedagógico donde todo lo que concierne a los cuidados domésticos o de la maternidad, está ilustrado por cuadros o por modelos de cera que confrontan la buena téc nica con la mala.
Esta interesante organización médica adolece de dos graves defectos: número insuficiente de médicos no son más que 33, 000 en la vasta y funcionarismo excesivo. Tan sólo la décima parte de los médicos ejerce a título privado. La ley no concede a estos independientes sino una pieza más, lo mismo que a los otros intelectuales: por otra parte los trata casi tan duramente como a los nepmen, por lo que se refiere a alquileres e impuestos. Toda medicina oficial está embarazada por los papeles del control, deformada por las complacencias o las resistencias. la medicina rusa vendrían a faltar ciertas eficiencias supremas, el día en que la iniciativa individual fuera definitivamente excluída.
Así como ella es, con su fin elevado y sus realizaciones todavía truncas, la obra emprendida por el Narcomsdrav es seguramente uno de los aspectos menos contestables del nuevo régimen. Sugiere ya una