46 Amauta que comprenden no solo asilados políticos sino de todo orden, estiman que el número de venezolanos expatriados en los últimos lustros excede de trescientos mil. Como dato positivo se sabe que en Colombia, Cúcuta y otras ciudades y pueblos tienen buena parte de su población de emigrados venezolanos. Lo mismo puede decirse de Curazao, Trinidad, Aruba, y otras antillas. Las colonias venezolanas en Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Panamá, México y Nueva York, son las más numerosas de las latinoamericanas, mientras que en París, Nueva York, y otras capitales, hay un número notable de capitalistas, rentistas, profesiorales y personas acomodadas venezolanas que tampoco pueden o quieren regresar a su patria. En suma, Venezuela, desde el punto de vista económico, y por obra y gracia de los gobiernos, en un largo período de paz. con una población misérrima, absolutamente inapta en número para desarrollar al territorio, se ha convertido en país de fuerte emigración, que alcanza por lo menos a un décimo de la población total, tal como ha ocurrido a México durante sus recientes guerras.
EL COMERCIO EXTERIOR.
Venezuela exporta café, cacao, cueros, azúcar, algodón, tabaco.
maderas y algunos productos naturales, como hule, gomas, resinas, etc.
El valor de estas exportaciones fluctuó al rededor de cien millones de bolivares de 1908 a 1918, primer deceni de la administración de Gómez, justamente con 83 millones de 1908, y 98 millones en 1918, habiendo llegado en 1912 13 a 149. 000. 000, a favor de extraordinarias cosechas. En 1919 y 1920, aprovechando las circunstancias extraordinarias del final de la guerra, el comercio exterior venezolano pasó de 200. 000. 000 bolívares, descendiendo en seguida a sus proporciones anteriores. Hasta 1923 24 vuelve a acercarse a los doscientos millones de bolívares, con las primeras exportaciones fuertes de petróleo, 000.
000de barriles; y en los años siguientes, siguiendo la curva de estas exportaciones, sobrepasó a los doscientos, y ha llegado a los trescientos y quinientos millones de bolívares. Si en 1928 las exportaciones de petróleo pasan de cien millones de barriles, como se espera, el valor de las exportaciones totales del país pasará también de mil millones de bolívares, o sea doscientos millones de dólares. En suma, el valor de las exportaciones, manteniéndose más o menos igual desde hace veinte años para los productos agrícolas del país fundamentales, café, cacao, cueros, etc. ha crecido enormemente para la producción de petróleo. Esta relación se comprueba con el valor de las importaciones. La capacidad adquisitiva del país no se ha multiplicado en la misma proporción que demuestran las importaciones, porque en la cifra de estas se cuenta el valor de la maquinaria e implementos introducidos para la explotación petrolera, y aun así la suma de las importaciones es y sigue siendo bastante inferior al total del valor de las exportaciones. Pueden verse a este respecto las estadísticas publicadas por el Ministro de Hacienda de Venezuela, y propagadas por el escritor Nemesio García Naranjo, exMinistro de Victoriano Huerta en México, que trabaja ahora en hacer la apología de las finanzas del régimen de Gómez en Venezuela. Al hacer la crítica de esas estadísticas con un conocimiento real de la situación venezolana, se ve claro que dicen todo lo contrario de lo que el turiferario pretende. El valor del comercio total, sumadas importaciones y exportaciones, ha crecido enormemente, de 1910 a 1928, contando el petróleo exportado y la maquinaria importada para los pozos;