44 Amauta drio, calzado, artículos de cuero, existen, aunque sus productos ni siquiera bastan al consumo del país.
Metales industriales, especialmente grandes reservas de hierro en la desembocadura del Orinoco, y de cobre en el interior, junto con abundancia de petróleo y carbón, dan la base para un desarrollo metalúrgico futuro.
Todavía en las geografías que se hacen copiando las inmemoriales, se habla de fabricación de alfombras en Mérida, Los Andes. La verdad es que durante la época colonial progresó allí la cría de lana.
res, y se aprovechaban los productos, cosa que no se ha continuado después, aunque convendría bastante revivir esta industria.
Las industrias derivadas de la explotación de petróleo, la refinación, etc. no progresan en Venezuela, a pesar de que el país es ya el segundo productor en el mundo. Los explotadores anglo holandeses han preferido establecer las refinerías en la isla holandesa de Curazao, especie de garrapata pegada a la costa de Venezuela, que vive de su dolor y de su sangre. Los yanquis se llevan el petróleo crudo a su país.
Ni siquiera este beneficio para el trabajo nacional están dejando los explotadores extranjeros, procediendo al igual que la Iglesia Católica, que recogía limosna en un pueblo pobre como el venezolano, para construir suntuosos seminarios en la misma isla de Curazao.
Acaso sea conveniente agregar, como muestra de la protección de este gobierno a las industrias, la exterminación de las más importantes y antiguas empresas editoras y periodísticas, tales como El Cojo Ilustrado. El Tiempo y Los Ecos del Zulia. y las repetidas leyes dictadas sobre fabricación, comercio y porte de armas, leyes que hacen delitos aún de portar ciertos enseres de labranza como los machetes, y armas de caza y útiles diversos. Por medio de estas últimas leyes, se ha conseguido hacer del pueblo venezolano una masa inerme, igual a los pueblos de la India o de Java, para explotarlo mejor los extranjeros y la camarilla dictatorial.
COMUNICACIONES.
su Venezuela posee un gran número de ríos (calculadas 11, 160 millas navegables. que van a confluir al Orinoco y al Lago de Maracaibo, pero que atraviesan las regiones más despobladas por lo cual son de poca utilidad. No estando estos ríos abiertos al comercio colombiano, brasilero o internacional, y estando su navegación monopolizada, desarrollo es nulo. Las comunicaciones ferroviarias son escasísimas, estando la capital, Caracas, ligada con los dos principales puertos antiguos, La Guayra y Puerto Cabello, por ferrocarriles; más las otras vías son sumamente cortas. El total de ferrocarriles hasta 1927 era de 660 millas que se construyeron hace medio siglo.
El gobierno de Gómez emprendió desde sus. comienzos en 1908 la construcción de Carreteras. Después de veinte años tiene construidos algunos miles de kilómetros, en trozos hechos a perfección, y en la mayor parte sólo trazadas vías para la época de secas. Al principio se consideró esta obra del citado gobernante como muy laudable; pero después se ha constatado que este programa de carreteras sólo ha servido para grandes desfalcos del tesoro público, para engañar a la opinión nacional y extranjera, y sobre todo, se ha sabido que las carreteras venezolanas son lugares de tortura, hechas por medio de trabajos