22 Amauta placenteras se producen componentes del mismo significado: primero se buscan las formas y después se acaricia el hallazgo.
Las consecuencias que vienen son muy categóricas: si el arte griego puede ser apreciado por la admiración (sentido como realidad corpórea según Spengler. el arte gótico, para ser tan sólo comprendido, deberá penetrar en el espíritu mismo y sentirse allí como una posibilidad de vida. Después convidará al sueño.
Si en las imágenes oníricas las elaboraciones conservan sus valores largo tiempo después, con mayor razón puede hablarse de la conservación poética de los estilos aún muchos siglos después de originada su creación.
Pero aún hay un hecho que ofrece en conceptos más claros y simplísimos esta permutación de valores artísticos. Nos referimos a la transvaloración de los colores. Spengler ha descubierto como una de las marcadas diferencias entre las artes apolíneo y fáustico el uso diferente de colores. La explicación que nosotros le daremos es la que sigue: al sobrevenir el cristianismo los colores sexuales (colores primitivos, como el rojo, amarillo, etc. debieron ser fuertemente reprimidos. Contrariamente, el uso de los colores irreales debió hacerse muy extensivo, especialmente el pardo que es color del alma fáustica. y, efectivamente, las mejores obras pictóricas están hechas a sus expensas.
El pardo es, por lo demás, el color de los sueños.
Nada hay que se oponga a esta manera de ver. Naturalmente, podrán citarse algunas excepciones. Nosotros sólo nos referimos a los movimientos iniciales y de valor primigenio en la apreciación de las culturas.
Durante el medioevo el goticismo más exigente acaparó las tendencias artísticas hasta el agotamiento, y como si las exigencias fueran aun mayores, la nueva creación debió surgir en formas más severamente sublimadas. sin embargo la arquitectura gótica había ofrecido todos sus recursos y la escultura alcanzó el máximun de deshumanización.
Otras artes también supeditadas a la construcción catedralicia, la pintura y la música. fueron suceptibles de una deshumanización aún mayor. La primera pudo dejar las formas góticas porque en el dominio del barroco debía encontrar capacidades que le ofrecieran una más extensa manifestación: la deshumanización de los colores y de las líneas condicionáronle los suficientes materiales. El desarrollo de la música debía ofrecer el sendero de posibilidades más valiosas.
La Música se inicia siguiendo muy cercanamente el antiguo ritual católico. Al amparo de los templos góticos sólo pudo alcanzar formas muy estrechamente apegadas a las variaciones góticas. Tal es la importancia de los primeros oratorios de la escuela italiana, con Pallestrina especialmente. En Domenico Scarlatti es posible descubrir valores musicales relativos a las artificiosas curvas del goticismo. hasta el mismo Benvenuto Cellini realiza creatividad en el mismo sentido. En unos y otros casos, hay productividad de estructuras, y estructuras de una catadura original. Se habla especialmente a los sentidos.
Pero esta música así primitiva había de sufrir una transformación análoga a la pintura que pasa del goticismo al barroco, y abandonando el templo al que estuvo tan estrechamente ligada como una mera parte ornamental, se orienta en el sentido de la inteligencia y alcanza un desarrollo tan verdaderamente amplio como lo es el barroco en la pintura.
He aquí alguna de las premisas del nuevo estilo: 1o. No se uti