Amauta 17 HACIA UNA CONCEPCION BIOLOGICA DEL ARTE, por Carlos Gutiérrez Noriega. Véase el No. 20 de Amauta. INTERIOR ARTISTICO aO deberíamos insistir sobre una cuestión que tan sencillamente puede inferirse de los análisis precedentes si no fuera porque una de nuestras concepciones filosóficas actuales de más valor la de Oswald Spengler contiene algunas firmaciones casi adversas.
Conducido por el plan general de su sistema a ver en todas las manifestaciones culturales formaciones específicas e intransferibles encuentra entre las artes greco romana y fáustica oposiciones absolutas, y aún por la genética misma de las cosas. El primero sería un arte meramente corpóreo, carente de dinamismo y espacialidad: un arte sin alma como se atreve a decir. Apreciando las cosas por el aspecto que nosotros inquirimos eso resulta producciones del arte de pura esencia estructural.
Pero no es posible negar a ningún arte las dos realidades a que es acreedora toda manifestación de la vida: estructura y potencialidad, forma y poesía. Negar lo uno y lo otro es llevar las cosas al límite de la exageración y reducirlas a la nada (desvaloraciones en la apreciación de la cosa vital. Es posible, así mismo, que las relaciones cuantitativas en que están ambos factores puedan variar hasta lo infinito; pero nunca llegar a la carencia absoluta de uno cualquiera. Indudablemente, Spengler ha tenido un atisbo certero. Hay una serie de caracteres que distinguen, con las divergencias más amplias, el arte apolíneo del arte fáustico; pero estas discordancias obedecen más bien a ciertos valores estructurales y a la genética misma que a la naturaleza de las cosas. no es dudoso que sea lo apolíneo de la línea corpórea y sensual, pobre en poesía que significa transvaloración de realidades y en espacialidad con posibilidad para un futuro si se relaciona con este hecho la amplia libertad egoárquica y religiosa de que gozaba el pueblo griego. Por ello mismo, sus liberaciones espirituales no debieron seguir las rutas ocultas, sino quc muy al contrarı, y a campo traviesa, guiaronse siempre hacia la realidad. Es natural que los productos de las sublimaciones estén tanto más apartados de la realidad cuanto mayor es el horror que se tiene al incesto. Entre los griegos y romanos semejantes represiones debieron ser de acción menos intensa que aquellas del mundo cristiano. De allí una diferencia tan palmariamente ostensible entre sus respectivas artes.
Hay que tener siempre presente que las viscisitudes de la genética no atañen a la esencia misma, y que una divergencia morfológica tampoco la implica. Todas las artes cualquiera que fuere su época y estilo, tendrán siempre los dos factores integrales de la vida (dualidad aparente. Obsérvese, por lo demás, que son las artes apolíneas aquellas en las cuales es posible dar la menor salida a las capacidades de la irrea