Amauta lósofo remarcable, reprochaba a Kant haber manifestado por su concepción de la cosa en sí, ese residuo (Residuum) nominal del realismo vulgar. su inconsecuencia y su complacencia (Connivenz) con respecto del realismo. Der Realismus der modernen Naturwissenschaft, etc. Para ser más sangriento. Leclair llamaba al materialismo realismo vulgar. En nuestra opinión, escribía, todos los elementos de la teoría de Kant que tienden al realismo vulgar deben ser eliminados como inconsecuencias e hibridismos con respecto al idealismo (p. 41. Las inconsecuencias y las contradicciones de la doctrina de Kant provienen de la mezcla del criticismo idealista y de los residuos de la dogmática realista. 170. Es el materialismo que Leclair llama aquí dogmática realista.
Otro inmanente, Johann Rehmke ha reprochado a Kant haberse separado en realista de Berkeley, y por la cosa en sí. Johann Rehmke Die Welt als Wahrnehehinung und Begriff, Berlín 1880, La actividad filosófica de Kant tuvo en el fondo un carácter polémico: por la cosa en sí, dirige su filosofía contra el racionalismo alemán (es decir contra el viejo fideismo del siglo XVIII) y, por la razón pura contra el empirismo inglés (p. 25. Compararía voluntariamente la cosa en sí de Kant con una trampa móvil tendida sobre un foso: la trampa tiene el aire inocente, se cree estar en seguridad, pero desde que se pone el pie, se cae súbitamente en el abismo del mundo en sí (p. 27. He ahí la razón de la aversión inspirada por Kant a los compañeros inmanentes de Mach y de Avenarius: Kant se aproxima aquí y allá al abismo del materialismo!
Demos ahora un ejemplo de las críticas dirigidas contra Kant, de izquierda.
Feuerbach lo acusa no de realista sino de idealismo, y califica su sistema de idealismo basado sobre el empirismo (Oeuvres, II, El razonamiento siguiente de Feuerbach es particularmente importante. Kant dice. Si consideramos los objetos de nuestros sentimientos como simples fenómenos, es decir como se debe considerarlos, reconocemos por ahí mismo de que la cosa en si está en la base de los fenómenos, aunque no sepamos lo que es en sí misma y no conozcamos que los fenómenos, es decir el procedimiento por el cual esa cosa desconocida afecta (afficirt) los órganos de los sentidos. Así nuestra razón, reconociendo la existencia de los fenómenos, reconoce implícitamente la existencia de las cosas en sí; y podemos decir en la medida que no solamente nos es permitido sino aún necesario representarnos la sustancia, es decir las sustancias que no son pensadas más que como base de lo fenómenos.
Habiendo escogido un texto de Kant donde la cosa en sí no es considerada más que como una cosa pensada, como una sustancia mental y no como una realidad, Feuerbach concentra toda su crítica sobre ese texto. Así, dice Feuerbach, los ojetos de las sensaciones, los objetos de experiencia no son para la razón más que fenómenos y no verdades.
Las sustancias pensadas, ved vosotros, no son para el miento objetos reales! La filosofía de Kant es una antinomia entre el 296.
razona