EngelsMarx

Amauta sentidos. El agnóstico Schulze reprocha al agnóstico Kant de admitir la cosa en sí que está en contradicción con el agnosticismo y conduce al materialismo. El idealista subjetivo Fichte critica a Kant y mas resueltamente si se quiere, diciendo que la admisión de la cosa en sí, independiente de nuestro yo, es puro realismo (Oeuvres, 1, 483)
y que Kant no distingue netamente entre el realismo y el idealismo. Fichte considera que admitiendo la cosa en sí base de la verdad objetiva (p. 460. Kant y los kantistas cometen una inconsecuencia flagrante, contraria al idealismo crítico. Para vosotros, exclamaba Fichte dirigiéndose a los comentadores realistas de Kant, la ballena sostiene la tierra y la tierra sostiene a la ballena. Vuestra cosa en sí, que no es más que un pensamiento, actúa sobre nuestro yo (p. 483. Avenarius se equivoca, pues, profundamente imaginándose ser el primero en emprender la tarea de depurar la experiencia kantiana del apriorismo y de la cosa en sí y crear así una nueva tendencia en filosofía. Cuando no hacía en realidad más que seguir la vieja orientación de Hume y de Berkeley, de Schulze Aenesidemus y de Fichte. Avenarius se imaginaba depurar la experiencia en general. En realidad no hacía más que depurar el agnoticismo de Kant (el agnosticismo es la negación de la realidad objetiva que nos es dada en la sensación. pero para llegar a un agnosticismo más puro, para eliminar aquello que Kant admitía contrariamente al agnosticismo; la existencia de una cosa en sí, aunque fuese inconcebible, ininteligible, perteneciente al mas allá, y una necesidad, una causalidad, aunque fuesen a piori dadas en el pensamiento y no en la realidad objetiva. Combatía, pues a Kant no de izquierda como los materialistas, sino de derecha como los escépticos y los idealistas, creía ir para adelante, retrocediendo en realidad hacia ese programa de una crítica de Kant gue Kuno Fischer, hablando de Schulze Aenesidemus definía como ingenio. Una crítica de la razón pura menos la razón pura (menos el apriorismo) no es más que escepticismo. La Crítica de la razón pura menos la cosa en sí no es más que el idealismo de Berkeley (Histoire de la nouvelle philosophie, edic. alemana, 1869, 115. Abordamos aquí el episodio más curioso de toda nuestra machiada. de toda la campaña de los adeptos rusos de Mach contra Engels y Marx. El descubrimiento más reciente de Bogdanov y Bazarov, de louchkévitch y de Valentinov, descubrimiento que anuncian al son de trompetas, es de que Plejanov intenta conciliar sin éxito a Engels y Kant con la ayuda de la cosa en sí un tantico comprensible. Essais, 67 y otras. Este descubrimiento de los adeptos de Mach revela un abismo insondable de confusión y una prodigiosa incomprensión de Kant, así como el desenvolvimiento de toda la filosofía clásica alemana.
El carácter esencial de la filosofía de Kant, es de que concilia el materialismo y el idealismo, instituye un compromiso entre el uno y el otro, acuerda en un sistema único dos corrientes diferentes y opuestas de la filosofía. Admitiendo que una cosa en sí, exterior a nosotros, corresponda a nuestras representaciones, Kant habla en materialista.
Declarándola inconcebible, trascendente, situada en el más allá, Kant habla en idealista. Reconociendo en la experiencia, en las sensaciones, la fuente única de los conocimientos, Kant orienta su filosofía hacia el sensualismo, y por el sensualismo, en ciertas condiciones, hacia el materialismo. Reconociendo la aprioridad del espacio, del tiempo, de la causalidad, etc. Kant orienta su filosofía hacia el idealismo. Este doble juego le costó ser combatido sin gracia tanto por los materia