Amauta 87 explotaré en Venezuela, en el Perú, en Bolivia y en otros sitios. Naturalmente, esa frase quédate con ellos. es sólo una frase; subterráneamente fomenta disturbios y envalentona con armas y con dinero a revolucionarios que no faltan. De esta manera plantea una delicada situación económica y sigue jugando su rol preponderante y arbitrario. No pasaría lo mismo si todos los países del Continente, derrotando las oligarquías aliadas del capital yanqui, tuvieran la misma visión de México y nacionalizaran sus fuentes de producción. El problema está aquí y sólo los ciegos no lo ven, o mirándolo, se arrantran a los pies del acaudalado yanqui como perrillos.
la codicia, revendió sus acciones a la Standard Oil. La Royal Dutch Schell, quiso tener algunas concesiones después, pero la Standard Oil le cerró el paso apresurándose a comprar todas las acciones de diferentes compañías y particulares que se formaron, y que, candidamente creyeron realizar un excelente negocio vendiendo sus títulos en cien y doscientos mil pesos, cantidades que resultan insignificantes si se considera el valor de las concesiones actuales.
Resultado: hoy día, la Standard Oil, es la única que se halla establecida sólidamente en Bolivia. Más o menos, las concesiones que tiene alcanzan a dos grados geográficos; es decir, la Standard, posée un territorio más grande que Bélgica. Por otra parte, la Standard Oil, mantiene en reserva la explotación del petróleo hasta el momento que le convenga, perjudicando así los intereses del país.
Este es un punto que es preciso tratarlo con cuidado y que interesa particularmente a México, como nos interesa a todos los indoamericanos. Nuestras cuestiones no son políticas, no pueden serlo, y es preciso que estudiemos en el mismo plano que los americanos, es decir, en el terreno económico. Mientras México se debate sobre esta cuestión y desea realizar uno de los puntos de su programa económico, Estados Unidos, que tiene explotaciones en el resto de Sud América, le dice con frialdad: Muy bien; deseas realizar la nacionalización de tus petróleos; quédate con ellos. Yo Patiño, arbitrio de las minas en Bolivia Si Patiño tiene el 72 por ciento de la exportación, hay que calcular cuánto percibe este hombre afortunado a.
nualmente. Es preciso anotar algunas cifras como testimonio. La exportación estañífera gira alrededor de 80 a 90 millones por año. Dado el salario poco crecido del trabajador y el bajo costo de la explotación en Bolivia, tenemos que Patiño obtiene una suma que no puede variar entre sesenta y setenta mil millones anuales.
En cambio el Estado no aprovecha gran cosa de esta exportación, como se puede comprobar examinando el siguiente cuadro de exportación minera de diez años: Años Toneladas Valores Derechos fiscales Bs.
19 97 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 37, 259 36, 492 35, 543 46, 430 48, 801 48, 499 47, 052 31, 811 53, 480 50, 425 42. 479, 837 44. 885, 450 42. 652, 258 85. 259, 432 129. 611, 139 99. 924, 443 112. 282, 496 42. 909, 308 67. 910, 930 80. 612, 468 Bs. 948, 900. 00 158, 550. 69 539, 417. 74 909, 970. 39 380, 652. 86 951, 206. 40 207, 645. 52 995, 114. 61 057, 658. 34 235, 716. 87 99 99