44 Amauta PROSA PARA JOSE MARIA EGUREN, por Julián Petrovick.
RANDES ganas nos nacen de acercarnos a José María. Pero José María en cuanto nos acercamos empieza a crecer como el llanto de los niños.
Ya no nos podemos acercar a José María, porque se crece Jo se pierde. Es como la luz de las luciérnagas.
Eguren es un poeta cuyo nombre tenemos que pronunciar con alas de mariposas o con hojas de sueño.
Huele como el marfil o como los ojos de las niñas puras.
Eguren por tanto llegarnos está ya distante. Está en el vuelo de las aves.
Las gaviotas albas con su blancura justifican la existencia de José María.
Los poemas de José María han sido traducidos a la lengua naútica de las gaviotas.
Estas aves cantan los poemas que José María echó a las playas como las redes porque son cantos para el mar o para los vientos.
Eguren niño como el vuelo de las aves. Su biografía la escribirán las gaviotas en el más puro cielo.
Cuando Eguren muera llegarán a él las aves de los mares.
JOSE MARIA EGUREN EL MAR, por Julio del Prado. sabíamos qué hacer frente al mar. Un juego de damas.
José María Eguren tiene cuatro damas. De una nació La niña de la foca.
Dos burgueses quisieron saludar a José María pero se asustaron ante su minúscula cámara fotográfica. Ella dijo: Este señor no debería hacer esas cosas. Mientras tanto, el niño Julio con su ropa de baño holgada se entristece de que no lo retrate José María Eguren.
La bicicleta que golpeó a la niña de 15 años le blanqueó la cabeza a Eguren que se preparaba a un apunte. La Noche ha quedado prisionera en la tierra. Charlie Chaplin escribe un argumento de película para que José María Eguren compruebe que es un Artagnan.
Al mar le agrada mucho la visita de José María Eguren, pero está azaroso porque no sabe dónde van a caber dos inmensidades. Por otra parte, el campo puede venir a sacarlo, o los ángeles.