Amauta 33 tienes la frente azul y matutina; como en EROE: nube azulea divinos fanales En PEDRO DE ACERO azulean los sueños, en LOS ALCOTANES son azules las sombras. Donde azul adquiere ambos significados es en el LIED I: Los amores de la chinesca tarde fenecieron nublados en la música azul Las miradas son susceptibles de hacerse más azules, más hondas, el preludio de Chopín puede llegar a ser también azul. VISIONES DE ENERO. Pero en uno de los más grandes aciertos del poeta, en LA NIÑA DE LA LAMPARA AZUL, es donde el azul verdaderamente deviene el delicado tono de nada encantadora. de vaguedad, de imprecisión. Ya no es el giro particular, sino el poema todo.
El verde otro calor fáustico entraña cierto relieve de misterioso, de sobrenatural. Así dice en LA DAMA I: Va en su góndola encantada de papel a la misa verde de la mañana.
EL DIOS CANSADO: Plomizo, carminado y con la barba verde.
De los colores antiguos rojo, amarillo, como los llama Spengler, el rojo tiene significativa importancia en la poesía de Eguren. El rojo es el color animal, de la multitud, de la sangre, de la vida agitada. Ya hemos visto cómo Eguren emplea el rojo para objetivar sus idealizaciones, sus reyes extraños. En SYHNA LA BLANCA: mudos rojos cierran la ventana En DIOSA AMBARINA, los vampiros con signos rojos, la miran con sus tristes ojos.
En HESPERIA, las lámparas de la abadía siguen