BourgeoisieCapitalismSocialismViolenceWorking Class

Amauta 93 ble concurriendo y favoreciendo el sostenimiento de las bibliotecas obre ras.
LOS PREJUICIOS SOBRE LA VIOLENCIA. agreel espíritu del momento. Surge con bastante retardo en la escena de la lucha social. Viene armado de méto dos y procedimientos definitivamente descartados. Su éxito si alguno logra ha de ser momentáneo. No le permitirá retrasar ni un minuto el vigoroso desarrollo de la conciencia de clase en nuestras masas.
Sus pequeños triunfos los conquista en la farándula de sociedades amarillas, con las cuales el proletariado revolucionario no cuenta. Sociedades dirigidas por una burocracia senil y oportunista, que unge con la presidencia de honor a todos los gobiernos de la burguesía.
No tenemos el menor interés disputarle a Tizón y Bueno sus progresos de catequista inexperto. Estamos perfectamente seguros de que su actividad no tendrá ninguna trascendencia histórica. Será un episodio más, en el vano intento de perdurar, que mueve a su clase.
Sorel observa que el socialismo le debe a la violencia los insignes valo.
res morales por cuya obra le trae la salvación al mundo entero.
ga: La burguesía empleó la fuerza desde los albores de los tiempos modernos, mientras que el proletariado reacciona al presente, por la violencia, contra ella y contra el Estado burgués.
La belicosidad de los burgueses permitió que la sociedad feudal fuese derribada. Mientras era manifiestamente débil ante el señor feudal, esta revolución no fué posible. Se hizo necesario que existiera como fuerza organizada y combativa.
Representaba la burguesía una civilización superior en potencia a la señorial. su hora el feudalismo desapareció entre los horrores de un parto cruentísimo.
El capitalismo ha llenado ya rol. Una nueva clase social se alza, lista para multiplicar la riqueza acumulada. Multiplicarla y socializarla.
Ponerla al alcance de todos los que contribuyen a producirla. Esta clase es el proletariado. Su ascensión será aún más violenta. Va a haber necesidad de un esfuerzo heroico.
en Ricardo Martínez de la Torre.
su І E A NOTAS SOBRE ALGUNOS FILMS Planteada en estos términos la cuestión, no podemos aceptar la tesis demo burguesa de la clase declinante, que hace uso en el crepúsculo de su poder, de una fraseología humanitaria. En los momentos actuales no es posible hablar del amor. El amor será constructor en épocas de paz social. es decir, en una sociedad sin clases.
DEMASIADO TARDE.
TEMPESTAD. Después de ver un film como Tempestad se constata, una vez más, la decadencia del teatro. Decadencia lógica, decadencia a la que fatalmente tenía que llegar.
Hoy se vive de prisa, febrilmente. quién va a soportar un interminable diálogo lleno de andaluzadas de los señores Quintero, una indigesta comedia con pretensiones sicológicas del señor Linares Rivas, un drama espeluznante de Rostand hijo, una cursilería disfrazada de lirismo del difunto Bataille? Hoy en cuestión de teatro, solamente, nos entusiasman las grandes obras maestras del pasado y dei presente unas cuantas. Shaw, Pirandello, Ibsen, Porto Riche y de Curel. Hoy, el teatro solamente lo pueden salvar los rusos con sus admirables Tizón y Bueno emplea una terminología evangélica que no encaja en