AnarchismCivil War

Amauta 81 en hacia el año de 1910 grandes canti arcas públicas, que casi siempre. se dades de maíz y otros productos de conquistaba manu militari. El latiprimera necesidad.
fundismo llevaba necesariamente a la anarquía militarista.
Pero el desorden frecuente no era todavía lo peor que le podía soA su vez la decadencia de la agribrevenir a México. Quedaba un último cultura mantuvo bajos los salarios efecto, el último eslabón de la trágidel campo, que solían ser, donde haca cadena que empezaba en el latifunbía tienda de raya es decir, tien dismo: era el peligro, varias veces da explotada por los hacendados, y consumado, de una intervención exla había en casi todas las haciendas, tranjera, con el pretexto de proteger de cuatro pesos mensuales poco más las vidas y haciendas de los ciudadade diez pesetas y ración, o de veinnos del país interventor, pero en reaticinco a treinta centavos diarios sin lidad para adueñarse de grandes supercomida. todavía hay escritores coficies limítrofes.
mo Herman Snitzler The Republic of Mexico. Its agriculture, commerce and industries. página 53, que reprochan al indio mejicano el ser poco dado al ahorro y naturalmente peEn la guerra de 1845 48, los Estados Unidos despojaron a México rezoso porque tiene pocas necesidade la mitad, aproximadamente, de des!
su territorio. No sería más inteligente y también más humano pensar que las pocas ne La guerra de 1861 con Francia, Incesidades del indio de México y su glaterra y España, que empezó con la ineptitud para tener cuentas corrien ficción del cobro de una deuda intertes en los bancos era más bien efec nacional, acabó en la frustrada tentato que causa de esos veinticinco cen tiva francoaustriaca de imponer a Mé tavos diarios de jornal? La prueba más xico una restauración monárquica. evidente de que sus necesidades no la ocupación de Veracruz en 1914 por estaban satisfechas dentro del sistema la infantería de marina norteamericafeudal del latifundismo del sistema na, a causa de un incidente baladí en de salarios infimos, de tiendas espo Tampico, se hubiera resuelto en otra liadoras, de administradores que man guerra con las consecuencias para Médaban a latigazos y abusaban de las xico, que pueden calcularse, de no hamujeres e hijas de los peones. es que ber mediado conciliadoramente varios ha sido precisa una honda revolución países hispanoamericanos. Sobre la napara apaciguarlos. Porque de esto no ción mexicana ha pesado siempre y siquepa duda: el estado de guerra civil gue pesando aun la amezana más o endémica en que México vivió una menos intermitente y velada de los gran parte del siglo XIX y parte de Estados Unidos, donde existen muchos lc que va del siglo XX sólo obedecía partidarios de una política de fuerza a un motivo capital: a la miseria del en el país vecino, aparentemente para indio. Su miseria crónica lo convertía amparar las vidas y los intereses noren dócil instrumento de la ambición teamericanos, pero en rigor, ahora, papolítica de cualquier caudillo. El la ra adueñarse de la región petrolera tifundismo representaba una larga ca de Tampico. En suma, el latifundismo dena de vicios e ignominias, uno do era a la postre no sólo un peligro cuyos últimos eslabones fué el caudiinminente para la paz social de MéxiIlaje, la constante lucha armada por los co, sino también para la paz extedespojos del poder político. El go rior, para la integridad de su territobierno era un botín, encerrado en las rio y para su independencia.