Amauta 23 bandera, han nivelado las controversias entre los diversos grupos de los literatos del Soviet y conducido a una federación general de los escritores soviéticos.
Recientemente el gobierno soviético encontró una serie completa de medidas para el mejoramiento del nivel de vida de los escritores y para el futuro próximo está en camino la reforma de los derechos del autor, así como de la tarifa y normas para los convenios entre los escritores y casas editoriales, todo lo cual influirá en las condiciones de vida de los escritores del modo más favorable.
ALGUNAS NOTAS DE ANDAR VER, por Antenor Orrego.
Contribución a la estimativa de Ortega y Gasset (1) ALGUNAS NOTAS DE ANDAR VER IENE la obra de Ortega y Gasset el suficiente volumen intelectual y se ha movilizado lo suficientemente hacia América para que su presencia no provoque, en estos instantes, la acción y reacción consiguientes. su perspicacia mental no ha de ocultarse que las jóvenes generaciones americanas, en esta oportunidad, tratan de formular la estimativa del escritor. Palabra que, por otra parte, él ha hecho circular con tan profusa fecundidad. No es este viaje para Notas de andar y ver porque, esta vez, le ha constituído en centro o foco de proyección y está caminando para ser visto, aunque él no se lo proponga. No tiene, no puede tener ahora la necesaria liberación de sí mismo, el justo extravasamiento objetivo para percibir y gustar el paisaje. Le faltaría serenidad y aptitud de captación. Ahora, él mismo es paisaje y somos nosotros los americanos los que viajamos, apuntando notas de andar y ver a través de su espíritu y de su obra. Ortega y Gasset, en esta gira por Suramérica, no puede hacer otra cosa que asistir a su propia estela o reverberación. Tiene que resignarse a no ver el paisaje americano o a que sólo le llegue de una manera tangencial.
POSICION, OPOSICION No hay otra manra de coger el paisaje. en cuanto puede ser cogido que oponiéndonos a él. Si nos entregáramos a su integr.
fluencia no podríamos asimilarlo en ningún sentido. Quedaríamos totalmente absorvidos. El paisaje en sí es impotable, como el agua químicamente pura. Para asimilar y estimar a Ortega es preciso que nuestra sensibilidad se proyecte contra las resistencias que nos ofrece su obra. Tenemos, pues, que elegir, previamente, nuestras posiciones ara llegar a la oposición. Para ello es perentorio, aunque suene a pa radoja, destacarnos hacia su instrumento emocional porque el pensamiento es vital y eficaz, históricamente, en la medida en que la sensibi