Capitalism

Amauta 51 Hay otros tantos y por lástima la gran mayoría de los intelectuales. que sin embargo de admitir que el imperialismo no es asunto del gobierno, sino del capitalismo, creen que este imperialismo no es más que la expresión de un capitalismo malo. Algo más añaden: que los banqueros de Wallstreet, son personalmente rapaces y que en consecuencia se debía buscar a capitalistas más puros y honrados para que inviertan sus capitales en los países de la América latina, casi como cumpliendo con un deber humanitario. Dicen estos señores, embriagados con el espejismo de un fantástico progreso: es preciso que vengan a nosotros innumerables capitales para explotar las fuentes de materia prima, para que surja la industria nacional, para que se construyan vías ferroviarias y carreteras, etc. etc. Con estos capitalistas honrados si que se pueden hacer negocios, porque después de haber realizado sus negocios, se retirarán contentos de las ganancias y nos permitirán explotar después nuestras fuentes de producción por nuestra cuenta, y la industria nacional pasará a nuestras manos.
Están tan equivocados estos intelectuales como aquellos ingenuos que ven en la política imperialista nada más que la mala voluntad de Coolidge. la verdad es que no hay capitalistas buenos ni malos.
Hay simplemente capitalistas que cumplen con sus fines capitalistas.
Un capitalista bueno. es ciertamente muy mal capitalista. y tiene que ser arrojado fuera del campo financiero por los demás capitalistas competentes. Un buen banquero es aquel que sabe conquistar 100 y abre rápidamente las perspectivas de otro nuevo mercado. Un filántropo, que teme las consecuencias de sus conquistas, y cuya sentimentalidad le repugna ver cadáveres a cada lado del camino, no está hecho de la madera que se necesita para ser banquero. No sirve para la tarea que le está encomendada y los Consejos de Sociedades Financieras, le enviarán muy pronto a su casa. Qué plante pacíficamente frijoles y flores en su jardincito pero que no vuelva a ser director de ningún Banco!
No; ni el Imperialsmo es cuestión de la personalidad del Presidente de los EE. UU. ni del señor Director de Banco. Imperialismo es la necesidad del capitalismo financiero, que hoy día es el capitalismo dominante, el cual tiene en su poder el control sobre la industria y el comercio en general.
El capitalismo industrial ha tenido su necesidad de expansión, intimamente ligada con el interés de su propia industria. El capital de la industria textil, por ejemplo, no ha tenido ningún interés de expansión donde no había posibilidad, sea de controlar la producción del algodón o sea la venta de sus productos. En todas sus manifestaciones, siempre se le encuentra en estrecho nexo con sus necesidades. Igual cosa sucede con los demás capitales industriales.
Pero el capitalismo industrial ya no existe independientemente.
Con la transformación de la industria pequeña y media en industria concentrada y monopolizada. Trusts, Carteles y Sindicatos) se han desarrollado otras necesidades del capital que ha hecho posible el desarrollo de los grandes Bancos, concentración de capital también. que hoy día tienen en sus manos toda la industria básica, y que controlan hasta los más pequeños propietarios, visiblemente independientes todavía El capitalismo financiero, por medio de la concentración del ca. pital en unos cuantos Bancos formidables, y, por medio del control de