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Amauta 21 EL CAPITAL FINANCIERO, por Eudocio Rabines.
UESTRA época está caracterizada por la supremacia del capital financiero en las relaciones de producción y, por ende, en las relaciones sociales. El desenvolvimiento capitalista atraviesa en nuestros días su estadio integral, acercándose a la meta de su vertiginosa carrera. En su fórmula présente Capital Financiero se sintetizan y condensan todas las contradicciones, todos los antagonismos engendrados por el sistema económico contemporáneo. La comprobación de que esta etapa es la última etapa del capitalismo, exige el análisis previo de la biología de la presente realidad económica, de la realidad ancestral que le sirvió de matriz y de las diferentes fases por las que ha atravesado en su evolución histórica.
La búsqueda y la elucidación de los origenes del sistema capitalista siguen nutriendo el afán y la polémica de los corifeos de la economía vulgar, como sucedió con los más conspícuos constructores de la economía clásica. El coronel economista inglés, Robert Torrens, que veía en el primer cayado del salvaje, en la primera piedra que lanzó el pitecántropo para abatir al animal de caza, el alfa del sistema capitalista, encuentra aún continuadores de su empirismo primitivo. Slonimsky, al hacer la crítica de Marx, nos invita, con cuterio geológico, a un viaje hasta las cavernas para hacer el descubrimiento. Leroy Beaulieu sostiene que el capital consiste en la acumulación de provisiones y herramientas, es decir de instrumentos de trabajo. Charles Gide, economista genuino de la pequeña burguesía, ecléctico y confusionista, como buen pequeño burgués, amante de la mesure francaise. propugna una tésis comparable a la de Sancho en el episodio del baciyelmo: En el principio modesto instrumento del trabajador manual, el capital se ha desprendido poco a poco de sus manos pasando a las de los ricos. En el principio, instrumento de producción, ha devenido frecuentemente instrumento de lucro. Tales tésis, como todas sus similares, confunden el capital con el producto del trabajo, con la mercadería o con el instrumento de producción. el capital, en su acepción moderna, es una categoría económica que comprende a éstas pero que no puede ser confundido alguna o con algunas de ellas. Consideran, además, el capital como una fórmula permanente, perdurable, variando tan sólo en cantidad a través de su desenvolvimiento histórico. Olvidan que, en todo proceso dinámico, toda transformación cuantitativa determina una transformación cualitativa. La cantidad se transforma en calidad, como demos trara Hegel. las profundas transformaciones que ha sufrido el cap.
tal, no sólo cuantitativa sino cualitativamente, son constatables ante mas elemental intento de análisis científico de la Historia.
El agonismo humano, frente a la Naturaleza, obra y ejecuta compelido por un imperativo vital, mas categórico y menos gaseoso que el imperativ antiano. Impulsado por aquella voluntad que la filosofía socialista denomina la voluntad de vivir. Nó el casuístico libre albedrío de los Santos Padres, ni la volición libre, subjetivista y anárquica con