10 Amauta DEFENSA DEL MARXISMO, por José Carlos Mariátegui. PROPOSITO DEL LIBRO DE HENRI DE MAN har (Continuación. Véase el No. 18 de Amauta. O son nuevos los reproches al marxismo por su supuesta anti eticidad, por sus móviles materialistas, por el sarcasmo con que Marx y Engels tratan en sus páginas polémicas la.
moral burguesa. La crítica neo revisionista no dice, a este respecto, ninguna cosa que no hayan dicho antes utopistas y.
fariseos de toda marca. Pero la reivindicación de Marx, desde el punto de vista ético, la ha hecho ya también Benedetto Croce éste es uno de los representantes más autorizados de la filosofía idealista, cuyo dictámen parecerá a todos más decisivo que cualquier deploración jesuita de la inteligencia pequeño burguesa. En uno de sus primeros ensayos sobre el materialismo histórico, confutando la tesis de la anti eticidad del marxismo, Croce escribía lo siguiente: Esta corriente ha estado principalmente determinada por la necesidad en que se encontraron Marx y Engels, frente a las varias categorías de utopistas, de afirmat que la llamada cuestión social no es una cuestión moral (o sea, según se ha de interpretar, no se resuelve con prédicas y con los medios llamados morales) y por su acerba crítica de las ideologías e hipocresías de clase. Ha estado luego ayudada, según me parece, por el origen hegeliano del pensamiento de Marx y Engels, siendo sabido que en la filosofía hegeliana la ética pierde la rigidez que le diera Kant y le conservara Herbart. Y, finalmente, no carece en esto de eficacia la denominación de materialismo. que hace pensar enseguida en el interés bien entendido y en el cálculo de los placeres. Pero es evidente que la idealidad y lo absoluto de la moral, en el sentido filosófico de tales palabras, son presupuesto necesario del socialismo. No es, acaso, un interés moral o social, como se quiera decir, el interés que nos mueve a construír un concepto del sobrevalor. En economía pura, se puede hablar de plusvaka. No vende el proletariado su fuerza de trabajo por lo que vale, dada su situación en la presente sociedad? Y, sin ese presupuesto moral. cómo se explicaría, junto con la acción política de Marx el tono de violenta indignación o de sátira amarga que se advierte en cada página del Capital. Materialismo Storico ed Economía marxística. Me ha tocado ya apelar a este juicio de Croce, a propósito de algunas frases de Unamuno, en La Agonía del Cristianismo. obteniendo que el genial español, al honrarme con su respuesta, escribiera que, en verdad, Marx no fué un profesor sino un profeta.
Croce ha ratificado explícitamente, más de una vez, las palabras eticidad del marxismo. Y, como en el mismo escrito se maravilla de mente, la negación de la intrínseca amoralidad o de la intrínseca antieticidad del marxismo. Y, como en el mismo escrito, se maravilla de que nadie haya pensado en llamar a Marx, a título de honor, el Maquiavel o del proletariado. hay que encontrar la explicación amplia y cabal de su concepto en su defensa del autor del Príncipe. tan perseguido igualmente por las deploraciones de sus pósteros. Sobre Ma quiavelo, Croce ha escrito que descubre la necesidad y la autonomía de la política, que está mas allá del bien y del mal moral, que tiene sus