BourgeoisieJosé Carlos Mariátegui

Amauta 101 tura.
Es de reblandecidos. Ninguno de los por otras inquietudes surgidas en una que tal sentencian, han leído nada de época de apogeo de la burguesía, fué lo que critican. Primero hacen chistes indudablemente la última. El torrey luego hojean sin atención. Así marfilismo señaló pues, el fin de una inicia Epstein uno de los capítulos in última etapa sentimental de la literateriores de su libro. Nosotros, sin más comentario, nos adherimos a sus Otros aspectos fundamentales de palabras, limitándonos, como hemos las letras modernas, tales como el pladicho, sólo a su transcripción.
no intelectual en que se realizaron, o Reflector curioso de vértices su comparación con esa interesante desconocidos. Geografía intra biológipoesía de los manicomios, se presenca cortada por la línea ecuatorial de can en este libro con tanta mayor clala inteligencia.
Tropo viviente.
Ta ridad, cuanto más se suceden los ejembú. Así con la velocidad con que plos al márgen.
durante el sueño, se superponen imá El capítulo referente al plano integenes y planos de imágenes en el es lctual único, o sea el cerebralismo. cenario primitivo el cerebro, pasa tiene, sin dejar de reconocer su valor, ante nosotros todo ese maravilloso ilo algunas definiciones objetables desde gismo que aletea en el poema de hoy. un punto de vista panorámico. Más claIlogismo lógico. Verdad nueva. Ra ramente: el autor señala el plano cezonada locura. Afirmación vigorosa rebral, como la mesa de operaciones de la más vigorosa negación. así, donde la emoción, diseccionada y anaen esta misma interpretación viviente lizada se convierte en invención.
del arte, se levanta en cada capítulo decir: emoción cerebralizada. Es pode este libro, ese mismo sacudimiento sible que en algunos casos evidenteemotivo que hace vibrar los alambres mente clínicos, esto suceda. Quizás si de Apollinaire.
en la mayoría de los poetas modernos Anclamos ahora, frente a las costas dedicados a la simple explotación de luminosas del poema vértigo. El poe su aspecto frívolo, llegue a registrarse ma de circunstancia: única poesía ver este fenómeno. Pero hay que tener dadera. nos dice el autor. Sucesión en cuenta la evolución sufrida por esrapidísima de paisajes. Síntesis de ta literatura y su actual situación resrealidades, donde un amanecer puede pecto de la interpretación emocional reclinarse sobre los bordes mismos de de las sensaciones. Sin tratar de detela noche. cuatro líneas más allá, nernos en otras manifestaciones de estalla esta granada: Antes se escri orden cerebral en las que, desde luego, bían metáforas para las cuales la rea no deja de sentirse una innegable emolidad posaba como ante un fotógrafo ción artística, es de advertir la época de aldea; hoy la metáfora es instan en que fué escrito este libro y su retánea.
Se escribe con fuego en las lación. con el desarrollo futuro del venas. esta es nuestra verdad. poema, que en el se profetiza. Damos Las torres de marfil se ladean con un salto hasta sus páginas últimas, tinúa Epstein. queda todo expli en una de las cuales el autor intuye: cado. La vieja literatura ha perdido Antes de cinco años se escribirán en nuestros días, hasta las muletas a poemas cinematográficos: 150 metros polilladas con que comenzó a arras y 100 imágenes ensartadas en un hilo trarse en los primeros años del nove que la inteligencia seguirá. Pasado cientos. El torremarfilismo como este plazo, constatamos el fracaso de lo indicó Mariátegui, fué evidentemen esta profecía que hubiera sido no sóte una reacción de orden romántico, lo el triunfo definitivo de este arte una protesta nacida muerta en la aún incipiente, sino también del más más inmediata antesala del capitalis desconcertante cerebralismo. Ha surmo. Pero esta reacción, debilitada gido en cambio, su más interesante de