BolshevismSubversive

Amauta 71 uno La salud, la energía, el élan de Norte América retienen y excitan al artista; pero su puerilidad burguesa, su prosaísmo arribista, repugnan al bohemio, romántico en el fondo. Norte América, a su vez, no ama a Chaplin. Los gerentes de Hollywood, como bien se sabe, lo estiman subversivo, antagónico. Norte América siente que en Chaplin existe algo que le escapa. Chaplin estará siempre indiciado de bolchevismo, entre los neo cuáqueros de la finanza y la industria yanqui.
De esta contradicción, de este contraste, se alimenta de los más grandes y puros fenómenos artísticos contemporáneos. ΕΙ cinema consiente a Chaplin asistir a la humanidad en su lucha contra el dolor, con una extensión y simultaneidad que ningún artista alcanzó jamás. La imagen de este bohemio trágicamente cómico, un cotidiano viático de alegría para los cinco continentes. El arte logra con Chaplín, el máximun de su función hedonística y libertadora.
Chaplin alivia, con su sonrisa y su traza dolidas, la tristeza del mundo. concurre a la miserable felicidad de los hombres, más que ninguno de sus estadistas, filósofos, industriales y artistas.
es HARROGATE, por Xavier Abril.
OS pájaros pican las palabras como flores en la antena del barco.
En soledad de media Luna, un pájaro lento, curvo, pico, sabe de los amores de mademoiselle Georgette.
Georgette me cuenta que ha recibido un radio de su novio que vive en La Pallice. Yo le hago bromas entre los viajeros que juegan al Pocker. Algunos, naturalmente, aprueban la belleza rubia de Georgette.
Un irlandés, lírico, que recuerda mucho su país, se interesa por mi conversación. Parece encontrarse envuelto en la bruma de algún puerto de Irlanda. Mi narración de los pájaros, lo ha embargado, entristecido.
El irlandés no tiene familia. Solamente ama y recuerda a miss Elizabeth, su novia de veinte años.
En el paisaje del mar, los ojos de Georgette, se abren, miran la