Capitalism

Amauta 67 vela contemporánea. Pero, localizando siempre a Chaplin en su país, creo que, en todo caso, la resonancia humana de The Gold Rush sobrepasa largamente a la del Esquema de Historia Universal de Mr. Wells y a la del teatro de Bernard Shaw. Este es un hecho que Wells y Shaw serían, seguramente, los primeros en reconocer. Shaw exagerándolo bizarra y extremamente y Wells atribuyéndolo, algo melancólico, a la deficiencia de la instrucción secundaria. La imaginación de Chaplin elige, para sus obras, asuntos de categoría no inferior al regreso de Matusalén o la reivindicación de Juana de Arco; el Oro, el Circo. Y, además, realiza sus ideas con mayor eficacia artística. El intelectualismo reglamentario de los guardianes del orden estético, se escandalizará por esta proposición El éxito de Chaplin se explica, según sus fórmulas mentales, del mismo modo que el de Alejandro Dumas o Eugenio Sué. Pero, sin recurrir a las razones de Bontempelli sobre la novela de intriga ni suscribir su revalutación de Alejandro Dumas, este juicio simplista queda descalificado tan luego como se recuerda que el arte de Chaplin es gustado con la misma fruición, por doctos y analfabetos, por literatos y boxeadores. Cuando se habla de la universalidad de Chaplin no se apela a la prueba de su popularidad. Chaplin tiene todos los sufragios: los de las mayorías y las minorías. Su fama es, a la vez, rigurosamente aristocrática y democrática. Chaplin es un verdadero tipo de élite, para todos los que no olvidamos que élite quiere decir electa.
La búsqueda, la conquista del oro, el gold rush, ha sido el capítulo romántico, la fase bohemia de la epopeya capitalista. La época capitalista comienza en el instante en que Europa renuncia a buscar la teoría del oro para buscar el oro real, el oro físico. El descubrimiento de América está, por esto sobre todo, tan íntima y fundamentalmente ligado a su historia. Canadá y California: grandes estaciones de su itinerario. Sin duda la revolución capitalista fué principalmente, una revolución tecnológica: su primera gran victoria es la máquina; su máxima invención, el capital financiero. Pero el capitalismo no ha conseguido nunca emanciparse del oro, a pesar de la tendencia de las fuerzas productoras a reducirlo a un símbolo. El oro no ha cesado de insidiar su cuerpo y su ánimo. La literatura burguesa ha negligido casi totalmente este tema. En el siglo décimo nono, sólo Wagner lo siente y lo expresa en su manera grandiosa y alegórica. La novela del oro aparece en nuestros días: Or de Blaise Cendrars, Tipes Or de Crommelynck son dos especimens distintos pero afines de esta literatura. The Gold Rush pertenece también, legitimamente, a ella. Por este lado, el pensamiento de Chaplín y las imágenes en que se vierte, nacen de gran intuición actual. Es inminente la creación de una gran sátira contra el oro. Tenemos ya su anticipaciones. La obra de Chaplin aprehende algo que se agita vivamente subconciencia del mundo.
Chaplin encarna, en el cine, el bohemio. Cualquiera que sea su disfraz, imaginamos siempre a Chaplin en la traza vagabunda de Charlot. Para llegar a la más honda y desnuda humanidad, al más puro y callado drama, Chaplín necesita absolutamente la pobreza y el hambre de Charlot, la bohemia de Charlot, el romanticismo y la insolvencia de Charlot. Es dificil definir exactamente al bohemio. una en la