56 Amauta SANTO DOMINGC. óleo de Malanca zación mayúscula para su vez, pero en la actualidad agobiados por muchos factores históricos y ya en un ciclo de agonía, pueden con solo una fantástica inoculación de vitaminas realizar el programa por venir de América, no ascienden del plano de una literatura que se hace enfermiza. La realidad es otra, y se van contra ella.
Lo que en América, singularmente en Perú, se viene llamando neoindio. no puede ser, como algunos consideran y muy especialmente el doctor Valcárcel. autoridad en estas cosas. ni debe ser el arquetipo conservado sin inmiscuición racial e inadaptado a la civilización dominante, desde la anteconquista hasta nuestros días. Si se adopta el vocablo neoindio no va a ser para designar al indio viejo que pertenece a la antigua raza americana, la cual por razones o ha llenado su ciclo vital y si subsiste sólo obedece a particulares condiciones sociológicas. Si fuera el indio precolonial, es decir la raza precolonial la llamada a representar América, sería vacuo buscarle un vocablo con qué significarla. Neoindio quiere decir hombre de nueva raza. Esta nueva raza es la concebida, en América, después de la conquista, es una copula en que entran como factores no sólo las razas primitivas de América e Ibérica.
En América se manifiesta un anhelo creador de una nueva cultu. ra original, cultura que tomará sus elementos básicos de la cultura ameri